En su más reciente aparición pública, la princesa Isabella de Dinamarca ha deslumbrado a todos con su colorido look: un elegante traje naranja. Una elección estilística que, para los expertos, anticipa su ascenso como futuro ícono de la moda royal.
El look con traje de Isabella de Dinamarca
Fue el pasado 26 de mayo, durante la celebración por el 57 cumpleaños de su padre, el rey Federico X, en donde Isabella robó las miradas con su atuendo conformado por una chaqueta y pantalón tipo palazzo en tono naranja.
Para complementar, la joven royal llevó una blusa en color beige de cuello alto y bordado de flores, así como unos sutiles pendientes brillantes. En tanto que su beauty look constó de un maquillaje muy natural y un semirecogido que le aportó un aire sofisticado a su estilo.
La elección de Isabella de combinar piezas clásicas con elementos modernos refleja una madurez estilística que va más allá de su edad. Su capacidad para incorporar tendencias contemporáneas sin perder la elegancia propia de la realeza la posiciona como una figura influyente en el ámbito de la moda. Algo que seguramente aprendió de su madre, la reina Mary de Dinamarca, considerada como una de las royals mejor vestidas.
En tanto que este audaz conjunto no es una elección aislada; el naranja parece haberse convertido en el color distintivo de la princesa Isabella. Recordemos que durante las fotografías oficiales por su 18º cumpleaños, la royal lució un vestido de gala en satén naranja con drapeados.
El cumpleaños del rey Federico X de Dinamarca
Por otro lado, el look de Isabella se volvió aún más comentado por el contexto: los festejos del cumpleaños del rey Federico X. Por lo cual, el monarca y la Familia Real salieron al tradicional saludo desde el balcón de Amalienborg, donde se reencontraron con miles de ciudadanos que ondeaban banderas danesas.
En esta ocasión especial, además de Isabella, también estuvieron presentes los demás hijos de Mary y Federico: el príncipe heredero Christian y los mellizos, los príncipes Vincent y Josephine, todos impecables y sonrientes. El rey, por su parte, apareció visiblemente emocionado, vestido de manera impecable y agradeciendo con gestos los vítores del público.
Mientras que para esta ocasión la reina Mary se decantó por un sobrio look conformado por un vestido en azul royal. Algo que algunos expertos en moda y realeza sugieren que fue para cederle el protagonismo a sus hijos y a su esposo.