El príncipe George acaparó las miradas en el concierto de Navidad en Westminster por lo mucho que creció

El hijo mayor de los príncipes de Gales sorprendió a los asistentes de este evento navideño

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El príncipe George ha crecido bastante en los últimos meses

Getty Images

La Abadía de Westminster se llenó de magia navideña este viernes pasado con la llegada de la familia Gales al tradicional concierto de villancicos, un evento que ya es un clásico de la temporada decembrina en el Reino Unido. Sin embargo, quien verdaderamente acaparó todas las miradas fue el príncipe George, quien, con su notable crecimiento, demostró que está dejando atrás su imagen de niño para transformarse en un joven heredero lleno de porte y carisma.

El príncipe William y Kate Middleton derrocharon ternura y complicidad con sus tres hijos durante esta velada que de inmediato tomó relevancia en redes sociales. El príncipe George, de 11 años, se mostró más alto y maduro que nunca, luciendo un elegante traje oscuro combinado con una corbata roja que hacía juego con la temática fest.

Con su presencia, el príncipe George dejó claro que está creciendo no solo en estatura, sino también en carácter, preparándose poco a poco para su futuro como heredero al trono.

Kate Middleton y el príncipe Wiliam con sus tres hijos

Kate Middleton y el príncipe Wiliam con sus tres hijos

IG: @princessandprincessofwales

La familia Gales se preparar para la Navidad 2024

El evento, organizado por Kate Middleton, busca destacar el valor de los pequeños gestos de amor y apoyo en tiempos difíciles. Aunque el concierto se llevó a cabo este 6 de diciembre, también se transmitirá en la víspera de Navidad por ITV, permitiendo que más familias disfruten del ambiente festivo y la emotiva participación de los royals.

Durante la velada, los gestos de ternura entre los príncipes de Gales y sus hijos capturaron la atención de las cámaras. Mientras el príncipe George y la princesa Charlotte seguían atentos con las lecturas y canciones, el pequeño príncipe Louis arrancó sonrisas con su espontaneidad, mostrando el lado más humano y cálido de la realeza. Las miradas cómplices y sonrisas entre los hermanos demostraron una vez más la fuerte unión familiar que caracteriza a los Gales.

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