Juan Carlos y Felipe: ¿se distancian por el trono?

Juan Carlos y Felipe: ¿se distancian por el trono?

El libro El rey no abdica, de Jaime Peñafiel, ha provocado una conmoción en España

Mar. 29, 2011

Desde que fue operado el año pasado, los rumores de que el rey Juan Carlos I de España estaba muy enfermo y podría abdicar en favor de su hijo Felipe, príncipe de Asturias, han sido repetidos mil veces. Ahora, Jaime Peñafiel, uno de los periodistas españoles que mejor conoce el mundo de la monarquía, ha escrito un libro que explora el tema. Aunque él no es monárquico, siempre ha tenido admiración por los reyes, en especial por Juan Carlos. El rey no abdica (Editorial Esfera de los Libros) ha provocado una revolución en España al contar detalles muy interesantes, muchos de ellos desconocidos por el público, y porque Peñafiel, en entrevistas para promoverlo, ha dado explicaciones al rojo vivo sobre el tema y los personajes.

El rey Juan Carlos fue operado de un tumor benigno en un pulmón, pero en España la alarma y las habladurías volaban. Y aunque los médicos dijeron claramente que el rey estaba perfectamente y que lo que había tenido no era maligno, hay quienes se empeñan en hacer correr rumores de lo contrario. En el libro, Peñafiel, quien siempre ha dicho que “no es Felipista” (y mucho menos Letizista, a quien ha criticado mucho) explora algunas de las “conspiraciones” y cotilleos que se han echado a rodar. Para Peñafiel “el rey Juan Carlos jamás abdicará en favor de su hijo Felipe -príncipe de Asturias y su consorte, la princesa Letizia Ortiz Rocasolano-, porque es un rey que ama profundamente su patria, por la que siente devoción, a la vez que un profundo sentido de la obligación”. En una Europa donde las monarquías cada día pierden más popularidad, y la llegada de nuevos príncipes y princesas plebeyos -que se han casado con los herederos del trono- molesta a muchos, el rey Juan Carlos sigue los consejos que una vez le diera su prima, la reina Isabel II de Inglaterra, e igual que ella planea hacerlo, se mantendrá en el trono hasta el último de sus días. Y aunque en España se rumora que un grupo de personas, que Peñafiel llama “una camarilla en torno a los príncipes, interesada en que el rey abdique”, empuja la idea de que Felipe debe subir pronto al trono, ¡eso jamás ocurrirá! Algunos chismosos dicen que el rey “no traga a Letizia” y que prefiere no estar presente cuando ella reine. Otros dicen que se quedará reinando por su profundo sentido del deber y que la reina Sofía lo apoya ciento por ciento.

Según Peñafiel, “en la Europa del siglo XXI quedan 10 países con monarquías, en las que hay cuatro reyes: Juan Carlos de España, Alberto de Bélgica, Carlos Gustavo de Suecia y Harald de Noruega; tres reinas: Isabel II del Reino Unido, Beatriz de Holanda y Margarita de Dinamarca, además de los llamados príncipes soberanos de dos países pequeños: el príncipe Alois de Liechtenstein y el príncipe Alberto de Mónaco, y en Luxemburgo, el gran duque Enrique. Hoy en día los reyes no gobiernan, sino que son figuras representativas que se han adaptado a los cambios del mundo”. Ejemplo de ello es que la reina Isabel II ha comenzado a pagar impuestos y que la mayoría de las Casas Reales han cortado sus gastos. Lo cierto es que este sistema hereditario cada día tiene menos validez. Como durante los últimos meses los rumores sobre la salud del rey Juan Carlos han sido intensos, y la presencia de los príncipes de Asturias es cada vez más patente en todas partes, se habló de una posible abdicación. Y con ello el debate de la ley sálica volvía a adquirir actualidad (para que la infanta Leonor pueda heredar el trono habría que cambiar la ley y es un proceso muy complicado). También se ha comentado si Felipe y Letizia están, o no, preparados para reinar. En esto las opiniones son muy diversas, por lo que Peñafiel comenta: “Los futuros reyes no lo van a tener fácil, porque seguir el buen ejemplo de Juan Carlos será difícil”.

Aunque la monarquía es criticada, ¡a muchos de nosotros es un tema que nos encanta!, y para algunos países, como el Reino Unido, es una gran fuente de dinero por el turismo que llega a conocer los palacios. En España, aunque nadie visita el palacio de la Zarzuela, donde vive el rey, sí van al Palacio Real, que es precioso, aunque solo se usa para funciones oficiales.

La fría relación actual entre Juan Carlos y su hijo, el príncipe Felipe, también es tema del libro, pues al parecer no es tan estrecha como en otras épocas. El periodista nos hace pensar con sus comentarios si será Letizia quien ha alejado al príncipe de su familia, incluyendo a sus hermanas las infantas (es bien sabido que entre ellas existe un contacto mínimo y las infantitas apenas ven a sus primos hermanos, los hijos de Cristina y Elena). De forma contundente, Peñafiel ha dicho que “Letizia no cae bien, pues no tiene humildad. Y el rey y las infantas no la toleran... Siempre quiere ser ‘la más’ en todo. Quiere ser la más culta, la más elegante. Y tanto esfuerzo la consume”.

En una entrevista, el periodista explicó que “el príncipe quiere reinar, pero Letizia más, y la única que se esfuerza por integrarla es doña Sofía, quien adora a su hijo y hace lo imposible para que su matrimonio funcione”. Otro comentario sobre el rey se relaciona con su hábito de fumar: “El rey es un fumador empedernido”. Y sobre la fortuna personal del monarca, añade: “Nuestro rey es rico. No está entre los más ricos ni entre los más pobres. Pero el origen de su fortuna viene de los últimos años del franquismo, año 1973 o 1974, en la crisis del petróleo, cuando se pidió la mediación del príncipe Juan Carlos dada su amistad con el rey de Arabia Saudita. El viajó y trajo un contrato espectacular, y se le dio oficialmente unos céntimos por cada barril de petróleo de Arabia. Eso no se le quitó cuando llegó la democracia, y es mucho dinero”.

Padre e hijo: el rey Juan Carlos y el príncipe Felipe

El relevo entre padre e hijo es un tema muy importante “porque las expectativas de vida son cada vez más largas”, y los que quieren ver a Felipe pronto en el trono tienen que pensar que don Juan Carlos puede vivir 10 ó 15 años más con sus facultades perfectas. En el libro, Peñafiel repasa la historia de los reinados españoles, sin olvidar la renuncia a sus derechos dinásticos del conde de Barcelona en 1977. Un hecho doloroso que afectó la vida de don Juan y de su hijo Juan Carlos por muchos años, y nadie quiere que eso se repita con Felipe.

“Los príncipes tendrán que esperar, les guste o no”, concluye Peñafiel ante esta disyuntiva, añadiendo: “El rey está perfectamente, tiene un problema en los abductores, que le impide andar bien. Pero hay una campaña que sale de donde sale, y no paran de llamar a los periodistas para indicar que el rey se está muriendo. Todo eso es totalmente falso”.

Jaime Peñafiel también explica que para la familia real española sus vidas son “asunto de Estado”, y añade con firmeza: “Aunque algunos son príncipes solo de 9:00 a.m. a 2:00 p.m., para los privilegios lo son las 24 horas”. Quienes son muy monárquicos critican a los royals que al casarse actúan como si no fueran familias reales y se convierten en gente común. El siempre ha encontrado fatal que el príncipe se haya casado con Letizia, pues “muchos pensaban que la mujer de la que se enamoraría sería, si no una princesa de Casa Real, sí una joven lo más parecida posible a su madre, por quien el heredero siente veneración y viceversa”. Pero para muchos no ha sido así, y para Peñafiel es imperdonable que la futura reina de España sea “una mujer divorciada, de apasionado pasado sentimental y de origen plebeyo...”.

Según el libro, el príncipe estuvo muy enamorado de Isabel Sartorius y después de la modelo noruega Eva Sannum, hasta que en el 2001 anunció en la televisión el fin de su noviazgo (al parecer el rey hizo todo lo posible porque terminara); pero nadie esperaba que después de tantas luchas, terminaría casándose con una mujer “con un pasado”. Se dice que cuando Felipe les informó a sus padres que había escogido a Letizia y que su elección era firme, el rey comentó que la chica era “muy lista”. A lo que Peñafiel ha añadido: “Además de ambiciosa, calculadora y fría”. En un pasaje del libro el periodista dice que la princesa ha transformado al príncipe, quien era “malcriado y distante” en un hombre “más simpático”, pero que también “lo ha anulado y ha llegado a creer que es la titular en vez de la consorte”. ¿Otro punto? Que “la sencillez y actitud campechana del rey” son opuestas a la actitud casi soberbia por parte de Letizia. Como ven, el libro El rey no abdica es fascinante y cuando lo compré en España lo leí de un tirón. Muchos lo llaman “un auténtico polvorín”

Lo que sí queda muy claro en el libro es que Juan Carlos seguirá en el trono, lo que fue reafirmado con las emocionantes palabras del rey en su mensaje de Navidad cuando dijo: “Al expresar mi agradecimiento, quiero, una vez más, asegurar que sigo y seguiré cumpliendo siempre con ilusión mis funciones constitucionales al servicio de España”. Una declaración tajante. Y tal como dijera la reina Sofía en una ocasión: “A un rey solo debe jubilarlo la muerte. Que muera en su cama y se pueda decir: ‘El rey ha muerto, viva el rey’ ”.

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