Se cree que ya hay ciertos conflictos entre la soberana inglesa y la exactriz de ‘Suits’
A menos de dos meses para la boda del príncipe Harry y Meghan Markle en la capilla de St. George, en el Castillo de Windsor, la reina Isabel II ha dado su consentimiento.
Durante la reunión del Consejo Privado en el Palacio de Buckingham, la monarca hizo su respectiva declaración oficial acerca del matrimonio de la pareja. En ella se dirigió a los novios por sus nombres completos.
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‘Mis señores, declaro mi consentimiento al contrato de matrimonio entre mi muy querido y apreciado nieto, el príncipe Harry Charles Albert David de Gales, y Rachel Meghan. Esta aprobación le dará un significado bajo el Gran Sello y quedará registrado en los libros del Consejo Privado?.
Sin embargo, los fanáticos de la realeza han señalado que dicha proclamación de la soberana de Inglaterra no fue tan cálida como lo fue cuando aceptó el matrimonio del príncipe William con Kate Middleton en 2011.
Cuando la reina dio su consentimiento antes de la boda de los duques de Cambridge, ella se refirió a cada uno como “Nuestro muy amado nieto el príncipe William Arthur Philip Louis de Gales y nuestra fiel y querida Catherine Elizabeth Middleton”.
Mientras que, en esta ocasión, Meghan simplemente fue referida por su nombre de nacimiento: ‘Rachel Meghan'.
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Sin embargo, las especulaciones de conflictos entre Meghan Markle y la reina no podrían estar más lejos de la verdad, ya que recientemente se informó que la joven y la mandataria, de 91 años, tuvieron un ‘almuerzo privado e íntimo’ en el ?Día de la Madre?.
Los rumores se acrecentaron cuando el ABC News de Estados Unidos fue el primero en informar la fecha de dicho encuentro y los voceros del Palacio de Kensington y el Palacio de Buckingham no quisieron hacer comentarios al respecto.
La Ley de Sucesión de la Corona de 2013 establece que las primeras seis personas en la línea de sucesión deben contar con el consentimiento de la reina antes de poder casarse.
Si el príncipe Harry se hubiera casado con Meghan sin la aprobación del monarca, lo cual se ha buscado para todos aquellos en la línea de sucesión desde el siglo XVIII, a él y sus descendientes se les quitaría el derecho al trono.
La exactriz asistió a su primer evento oficial con la reina Isabel el pasado 12 de marzo y se veía muy bien con un abrigo de color blanco, de Amanda Wakeley.
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