La princesa y la reina se reunieron en un almuerzo oficial en el Palacio Real de Ammán
Abril 13, 2011
Era una de las fotos más esperadas y la que sus protagonistas en un principio intentaron evitar. Pero al final, Rania de Jordania y Letizia Ortiz posaron juntas justo antes del almuerzo oficial en el Palacio Real de Ammán al que asistieron 17 miembros de la familia real jordana, siete integrantes del Gobierno y seis grandes empresarios. El acto, de gran importancia empresarial e institucional, quedó minimizado por el encuentro entre ambas, según publica elpais.com.
Desde hace tiempo, los especialistas en moda vienen observando cómo el estilo de Rania y Letizia tiene cada vez más puntos de coincidencia. En esta ocasión parece que se pusieron de acuerdo hasta en rizarse el cabello.
Para esta cita, las dos también coincidieron en la elección de sus trajes, ambos en tonos pastel. Letizia eligió por un diseño rosa, diseño de Felipe Varela, que acompañó con unos zapatos de tacón y una cartera de igual tono, sujetando en la mano un chal; por su lado, Rania optó por un conjunto gris azulado, de Prada, marcando la cintura con un cinturón ancho, con bolso y zapatos de color rosa.
Los modelos tenían coincidencias: cintura entallada, hombros marcados, falda tubo y tacones altos.
Rania y Letizia se sabían observadas y posaron cómplices ante los fotógrafos. Sus fotos darán la vuelta al mundo y de nuevo surgirá la pregunta: ¿quién imita a quién?
Inicialmente, el encuentro entre los príncipes de Asturias y los Reyes de Jordania iba a ser privado. Solo estaba prevista una cena en el Palacio Real de Ammán, ya que Abdalá y Rania debían viajar la víspera. Pero finalmente pudieron retrasarlo y asistieron a este almuerzo oficial. Y antes de sentarse a la mesa llegó la foto más esperada: Rania y Letizia, frente a frente.
La princesa Letizia, como marca el protocolo, hizo la reverencia al rey Abdalá y a la reina Rania a su llegada al palacio real de Ammán, una ligera inclinación que estuvi precedida de un saludo más cariñoso que incluyó un intercambio de besos en las mejillas. Don Felipe, según la costumbre árabe, besó en las mejillas al rey Abdalá y también a Rania a quien, además, besó la mano.
