¿Qué dice la firma de Diana de Gales sobre su personalidad?

¿Qué dice la firma de Diana de Gales sobre su personalidad?

Los trazos en su letra resultan muy significativos para describirla

La forma de ser de la princesa Diana de Gales fue un parteaguas en la historia de la realeza británica porque nunca se limitó a ser lo que sus miembros esperaban de ella. Rompió muchos de los esquemas y protocolos que tradicionalmente eran intocables; por ejemplo, en su tiempo no era común que se diera un divorcio ni que una persona invirtiera tanto tiempo en labores humanitarias como lo hacía Lady Di. Existen diferentes perspectivas bajo las que se puede analizar su personalidad tan controvertida.

La primera es la percepción que el pueblo británico tenía de ella. Para los ingleses, Diana era una mujer noble, carismática, solidaria, piadosa y que siempre tenía una sonrisa sin importar lo que estuviera viviendo. Todos recuerdan su estilo único al vestir, y que no le preocupaba ser ella misma a pesar, incluso, de lo que pensara su suegra, la reina Isabel.

[Nota: La vida oculta de Diana de Gales]

También es posible estudiarla desde el punto de vista caligráfico, ya que sus trazos pueden revelar rasgos importantes para saber quién era Diana de Gales más a detalle. Para ese fin, la grafóloga María Fernanda Centeno se dio a la tarea de descubrir rasgos de la princesa a través de la forma de su escritura. Su rúbrica era su nombre y la letra era clara y uniforme, con formas redondeadas y legibles. De acuerdo al análisis, los detalles en la letra D revelan que era una persona exagerada y que generalmente terminaba lo que empezaba.

Igualmente denota que no tenía mucha objetividad en sus juicios, lo cual se puede traducir en que solía ser más emocional que racional. Esto puede explicar los problemas de inestabilidad y trastornos alimenticios que llegó a padecer. Otras características que descubre su caligrafía son lo obstinada, egocéntrica, instintiva y observadora que era.

La forma en la que escribía las últimas letras de su nombre habla de una persona cercana, entregada, cariñosa, leal y constante. Lo interesante de este último análisis es que concuerda a la perfección con el testimonio de quienes la conocieron muy de cerca, como sus hijos, William y Harry, y de cómo vivió sus últimos días: cercana a los seres que amaba, sin temor a lo que pensaran de ella y decidida a volver a empezar.

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