La realeza y sus íconos de moda: Grace de Mónaco

La realeza y sus íconos de moda: Grace de Mónaco

De actriz a princesa, y que siempre será recordada por su imponente belleza y su glamour

Grace Kelly, princesa consorte de Mónaco, belleza y elegancia. Cuantas de nosotras no ha deseado en algún momento tener en su fondo de armario un “Kelly Bag” (Bolso Kelly) de Hermès, indispensable en cualquier outfit elegante. Fue tal la influencia que tuvo Grace en la moda que también se creó el llamado look Grace Kelly, en el que se destacaron las líneas simples, suaves y los colores pasteles.

Grace Patricia Kelly, nació en Filadelfia el 12 de noviembre de 1929. Y a pesar de la oposición de su familia a que fuera actriz, Grace realizó el sueño de su vida y se fue a Nueva York, dónde estudió interpretación en la Academia Nacional de Arte Dramático, más tarde decidió probar suerte en el cine y se trasladó a Los Ángeles.

Ya en sus inicios, su elegancia y belleza llamaron la atención en Hollywood, de tal forma, que en tan sólo un año realiza su primer papel principal junto a Gary Cooper en el western High Noon.

Fue de la mano de Alfred Hitchcock, quien la definió como “un volcán de nieve”, que dio el salto a la popularidad realizando bajo su dirección tres grandes clásicos del cine: Crimen perfecto, La ventana indiscreta y Atrapa a un ladrón.

Durante el rodaje de esta última en el principado de Mónaco, el príncipe Rainiero, quedó prendado de la actriz. Aunque se dice que por parte de ella no hubo flechazo, pues la misma tarde que se conocieron, estuvieron unas horas juntos, pero luego ella pasó la noche y parte del verano con el actor Jean Pierre Aumont, con el que llegaron incluso a hablar de boda, aunque la cosa se quedó en nada.

Su apariencia sofisticada y lejana, con un punto de frialdad, contrastaba con la voracidad sexual y la pasión de la que hablaban los hombres que pasaron por su vida (que -se dice- no fueron pocos) Grace Kelly se casó con Rainiero a los 26 años de edad, renunció a su carrera artística y a la que había sido su vida hasta entonces, por un hombre por el que apenas conocía. Fue considerada como la “boda del siglo” por los medios de comunicación, tuvo lugar en la Catedral de Mónaco el 19 de abril 1956, y Grace lucía un vestido diseñado por Helen Rose. Fruto de esta unión tuvieron tres hijos, la princesa Carolina, el príncipe Alberto II y la princesa Estefanía.

FOTOGALERÍA: EL ESTILO DE MODA DE GRACE KELLY

Hay teorías para todos los gustos, pero lo cierto es que al parecer a la princesa le costó mucho adaptarse a palacio. Cuentan que había días que ni siquiera salía de la cama y se dedicaba únicamente a hablar durante horas por teléfono con Estados Unidos.

En Mónaco, no tenía amigos, no sabía hablar francés y su marido con las obligaciones propia de su cargo, no le podía dedicar todo el tiempo deseado. París se convirtió en una de sus ciudades de escapada, cada vez que quería huir del opresivo y pequeño Mónaco. Por suerte los hijos llegaron pronto.

Durante su matrimonio se convirtió en una gran representante de la alta costura francesa - su papel de princesa así lo requería . “Nuestra vida nos dicta cierta clase de ropa”, dijo Grace en una ocasión. Haber sido una de las mujeres más fotografiadas del siglo pasado -pese a su corta vida- dice mucho de su capacidad de atraer miradas. Belleza y elegancia fueron sus señas de identidad. Fue artífice del baile anual de la Cruz Roja, devolvió a Mónaco su glamour y atrajo a famosos y millonarios a sus casinos. Puso de moda nuevamente el Principado.

Destacó por su belleza, y su estilo clásico, conservador y elegante, sin llegar a ser anticuado. Sabía como mezclar atuendos clásicos con otros de estilo vanguardistas, lo que la convirtió en verdadero icono atemporal de la moda.

Siempre proyectaba una imagen impecable y perfecta, con elegancia y buen gusto. Ya lo demostró con su original vestido de boda, confeccionado con encaje francés y delicados detalles, con una amplia falda unida por un fajín ajustándole la cintura para realzar su espectacular figura. Este ha sido uno de sus vestidos más venerados e imitados, cuyo corte han lucido muchas celebrities en sus bodas.

Este estilo lo repetiría en muchos de sus actos oficiales y cenas de gala o benéficas, dónde la mayoría de sus vestidos eran ajustados a la cintura y muy ceñidos, confeccionados con tejidos como el satén, raso, organza y seda, en tonos pastel para el día, como el azul claro, rosa, lila, blanco con algún toque negro para darle un aire ultra chic; y los tonos oscuros o el negro para la noche.

Grace Kelly lució con personalidad propia los vestidos que grandes diseñadores de prestigio crearon expresamente para ella. Christian Dior, Chanel, Balenciaga, Givenchy o Yves Saint Laurent eran sus favoritos. Algunos de esos diseños han creado un hito en el mundo de la moda, porque para ser un icono de estilo no es suficiente ser elegante y vestir de manera impecable. Tiene que ser alguien que toma posesión de un look o accesorio y los hace suyos, hasta el punto de darle nombre propio, influyendo en la manera de vestir de otras mujeres y deviniendo en leyenda.

Esto ocurrió con la casa francesa de alta costura Hermès, que acabó bautizando a uno de sus diseños de bolso en su honor -su nombre inicial era Sac à dépêches.

Se trata de un bolso rectangular confeccionado en piel de cocodrilo. Un bolso que sigue estando de moda a pesar de no haberse modificado desde los años 50 y de su elevado precio, unos 25,000 dólares. El Kelly Bag que tanto aristócratas como celebridades hoy día lo utilizan, -Victoria Beckham es un gran ejemplo, los colecciona en diferentes colores, tamaños y materiales - Grace lo utilizaba para cubrir su vientre, en las fotografías, durante su embarazo.

Tal vez su trabajo como modelo en Nueva York le fue de gran ayuda para lucir sin esfuerzo sus conjuntos. Aunque su buen gusto tuvo mayor relevancia, ya que siempre acertaba el atuendo para cada ocasión, estaba perfecta hasta con el look más sencillo, unos simples pantalones capri y una camisa masculina, con su pañuelo al cuello y algún accesorio, era suficiente para lucir bien.

No nos podemos olvidar de sus grandes aliados, los accesorios y complementos: grandes gafas de sol, sombreros, guantes cortos y grandes bolsos -combinación entre elegancia y vanguardia-, pañuelos, foulards de seda y sus collares de perlas.

Su afición por la moda tal vez jugó un papel decisivo en su prematura muerte. En septiembre del 1982 sufrió un accidente automovilístico en la misma carretera dónde se rodó parte de la película Atrapa a un ladrón. Grace había decidido conducir ella misma, en lugar de su chofer como era habitual, porque había colocado en el asiento trasero del vehículo varios vestidos y sombreros, y no había espacio para su hija Estefanía, ella y el chofer. Aunque todavía existen varias hipótesis, como que era su hija la que conducía y no ella, la versión oficial es que tuvo un derrame cerebral mientras conducía, lo que provocó la salida del coche de la carretera, cayendo desde una altura de 30 metros en su viejo Rover.

Grace Kelly será recordada por muchas cosas, por ser princesa de Mónaco, actriz, madre, pero ante todo, por ser ícono de glamour y de estilo -el suyo propio- que sigue siendo imitada 32 años después de su fatídica muerte.

FOTOGALERÍA: EL ESTILO DE MODA DE GRACE KELLY

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