Sarah Ferguson rompe el silencio: confiesa por qué decidió divorciarse del príncipe Andrés

Estas fueron las motivaciones de Fergie para terminar su matrimonio con el exduque de York.

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Sarah Ferguson ha declarado que a pesar de su separación, ella y el príncipe Andrés son la “pareja divorciada más feliz del mundo”.

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El matrimonio entre Sarah Ferguson y el príncipe Andrés fue uno de los más mediáticos de la realeza británica allá por la década de los 80. Su historia comenzó como un verdadero cuento de hadas, pero con el paso del tiempo se transformó en una trama donde la distancia, los rumores y las decisiones difíciles llevaron a la pareja a ponerle fin.

Hoy, a casi treinta años del divorcio, las motivaciones de la exduquesa vuelven a surgir en medio del escándalo que supuso la decisión del hermano del rey Carlos de dejar de forma definitiva sus títulos como figura real.

Un matrimonio marcado por la distancia

Sarah Ferguson y el príncipe Andrés fueron una de las parejas más populares de los años 80. Su historia parecía salida de un cuento: se conocieron en 1985 gracias a la princesa Diana, y solo un año después contrajeron matrimonio en una ceremonia que cautivó al mundo.

Sin embargo, la vida real pronto puso a prueba su relación. Según diversas biografías del príncipe, sus compromisos en la Marina Real lo mantenían lejos de los primeros años de su matrimonio; se calcula que Andrés solo estuvo presente 42 días, una ausencia que generó tensión y desgaste emocional. Por supuesto, las especulaciones no tardaron en llegar y, mientras algunos medios aseguraban que Andrés había tenido varias aventuras, Fergie, como también se le conoce a Sarah, enfrentaba rumores sobre su cercanía con el empresario texano Steve Wyatt. Todo alcanzó su punto más crítico en 1992, cuando unas fotografías comprometedoras de la duquesa provocaron el escándalo mediático y llevaron a la pareja a anunciar su separación oficialmente.

La verdadera razón detrás del divorcio

El divorcio se formalizó en 1996, pero según recordó Sarah, la decisión no nació del desamor, sino de una necesidad práctica. En declaraciones recogidas por el medio “Mirror”, Fergie explicó: “Quería trabajar; no es justo que una princesa de la casa real se dedique a lo comercial. Así que Andrew y yo decidimos formalizar el divorcio para que yo pudiera irme a buscar trabajo”.

Royal Engagement

El príncipe Andrés y Sarah Ferguson en el anuncio de su compromiso en marzo de 1986.

Tim Graham/Tim Graham Photo Library via Getty Images

Al firmar el divorcio, Sarah pudo construir su propio camino profesional y dedicarse a causas filantrópicas, algo que más tarde definiría su identidad pública.

Pese a las críticas y los titulares de la prensa, la relación entre ambos nunca se rompió del todo. La propia Fergie ha llegado a declarar que son “la pareja divorciada más feliz del mundo” y afirmado que mantiene una profunda admiración por su exmarido: “Creo que el amor que sentía por él entonces es el mismo que siento ahora. Estamos divorciados el uno del otro, no el uno del otro”.

La decisión de Andrés y sus repercusiones para Fergie

La pareja conformada por el ex príncipe Andrés y Sarah Ferguson se ha visto envuelta en el escándalo en días recientes. El viernes pasado, Andrés conmocionó al mundo al anunciar la renuncia a todos sus títulos reales, entre los que se incluyen conde de Inverness y barón Killyleagh, su título de caballero gran cruz de la real orden victoriana, su papel como caballero real compañero de la muy noble orden de la jarretera y, por supuesto, su título como duque de York, mismo que fue otorgado por la reina Isabel II después de su boda con Sarah.

Por su parte, Fergie perdió dicha posición al firmar el divorcio y, aunque la decisión de Andrés no tiene repercusiones directas en tratos o títulos, sus recientes vinculaciones con el caso de Jeffrey Epstein, luego de que saliera a la luz un correo donde la exduquesa llamaba al delincuente “amigo supremo”, han llevado a Sarah a ser expulsada de numerosas organizaciones benéficas a las que pertenecía.

La historia de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés demuestra un vínculo poderoso que supo trascender todo, pues hasta este monumento, Fergie siempre ha demostrado un apoyo incondicional a su exmarido, pues su ruptura no fue por falta de amor, sino porque ella deseaba crecer profesionalmente.

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