La selección del tocado de cabeza es clave para todas las novias, en el caso de Catherine el proceso es aún más elaborado
Abr. 25, 2011
Como todos sabemos, en el caso de la futura esposa de William de Gales, una tiara no es simplemente una tiara, sino un símbolo. Ya falta poco para conocer la selección. Es posible que -tal como es la tradición entre las novias reales-, Kate Middleton llegue al altar con el rostro descubierto, pero dado que ella ha expresado un cierto aire romántico, puede que opte por el misterio del velo que habrá de sostener la tiara en cuestión. Según la que lleve el 29 de abril podremos saber qué piensa y espera la reina Isabel II de Catherine Elizabeth Middleton.
Por ejemplo, una tiara como la Rundell es una pieza histórica poco vista en público; representa un grado de confianza en el papel que podrá desempeñar. En dos ocasiones recientes, con motivo del matrimonio de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés o en el de Sophie Rhys-Jones y el príncipe Eduardo, las familias de las novias no tenían tiaras que ellas pudieran llevar, por lo que recibieron unas nuevas, hechas para las ceremonias nupciales. Esto reflejaría un recibimiento menos cálido de lo que se percibe que la reina siente por Kate; de hecho se ha comentado que poco después del anuncio del compromiso oficial, Kate recibió una invitación de la que será su abuela política, para que visitara palacio con el fin de seleccionar la tiara que habrá de usar en su boda, lo cual hace más cercana la relación entre ellas.
Dos selecciones posibles serían muy reveladoras: si Kate llega a la abadía de Westminster con la tiara Fringe, es indiscutible que el mensaje es de calidez y afecto por parte de la soberana hacia la mujer que compartirá la vida -y el trono- de su “amado nieto”. Porque esa fue la que ella llevó el 20 de noviembre de 1947 cuando desfiló por la senda de la abadía para cerrar el pacto de amor que la unía a Felipe de Mountbatten y, por consiguiente, expresa un lazo de intimidad al establecer un paralelo entre ambas parejas. De igual manera, si se trata de la tiara Strathmore -una que bien le puede agradar a Kate, porque es delicada, femenina y menos ostentosa, algo que tiene más que ver con el estilo que ella ha demostrado hasta ahora-, simbolizaría una gran confianza y un deseo por parte de los novios de que su matrimonio siga el ejemplo de los bisabuelos paternos de William: el rey Jorge VI y su querida Elizabeth Bowes-Lyon, una pareja para quien la familia tenía un papel central, que valoraba su privacidad y que vivió sin escándalos. En fin, un regreso a los valores básicos que hasta el momento han caracterizado a los futuros esposos, así como la discreción y el respeto.
Algunas de las tiaras entre las que Kate podría escoger
¿Cómo se peinará Kate?
¿Semirrecogido romántico? ¿Moño despeinado? ¿Melena con bucles? Ya queda poco para vivir uno de los momentos más especiales de la boda de Guillermo y Catherine: la llegada de la novia a la abadía de Westminster.
Un instante en el que descubriremos no solo el vestido que ha elegido para darle el ?sí, quiero? al hijo mayor de Carlos de Inglaterra, sino además el maquillaje y el peinado.
Así, cuando apenas quedan unos días para que se celebre el esperado enlace, ya conocemos el nombre de la persona que se encargará de peinar a la futura esposa de Guillermo. El nuevo ?peluquero real? es ni más ni menos que James Pryce, de 33 años, que trabaja en el salón de belleza Richard Ward, en Chelsea, y que se pondrá a las órdenes no solo de la novia sino también de su madre, Carole, y su hermana, Pippa.
De hecho, fue el propio Richard Ward quien quiso revelar algunos detalles sobre cómo peinará a Catherine en uno de los días más especiales de su vida.
“Llevará el pelo suelto. Será muy natural y fluido”, según publica el Daily Mail. Para realizar su creación más importante Ward se ha inspirado en la elegancia y la clase de la novia pero también en el estilo clásico que imprime a sus looks.
Según el rotativo británico, apostará por el peinado favorito de la novia, melena suelta y algunos mechones ondulados, aunque no dudará en aportar su toque personal con algún detalle sorpresa.
“El peinado de una novia tiene que reflejar su estilo y Kate es una mujer muy natural, así que nunca podría llevar algo demasiado recargado”, añade.
Richard Ward intentará sacar así el máximo provecho a la belleza de Catherine con un estilo natural que resalte su mirada y sus facciones.
Y es que desde que se hizo público su compromiso con el príncipe Guillermo, su pelo se ha convertido en una de sus señas de identidad y son muchas las jóvenes que han solicitado alisados y tratamientos de belleza para aumentar el brillo y conseguir un cabello como el de la futura princesa.
Sin embargo, tras conocer la noticia del nuevo ?peluquero real? han sido muchos los que se han posicionado en contra de que Catherine luzca el pelo suelto ya que prefieren que se decante por un semirrecogido. De hecho, ha sido su última aparición pública como prometida del príncipe Guillermo la que ha causado furor entre los británicos y ha decantado la balanza a favor de un peinado más elaborado que su habitual melena suelta.
Una vez pasado el 29 de abril, todo indica que el precio que hasta ahora costaba una sesión de peluquería con James Pryce, unas 50 libras, aumentará y será más complicado conseguir hora con el “peluquero real”.