Las bodas reales suelen ser percibidas como salidas de un cuento de hadas, pero en la realidad esto no siempre es así, sobre todo cuando existen contratiempos que ponen en riesgo la alegría de las parejas. Este fue el caso de Sophie Winkleman, quien, a 15 años de que llegó al altar con Frederick Windsor, sigue revelando lo mucho que le desagradó su ajuar de novia y cómo esto forma parte de las malas memorias que guarda de ese día.
Lady Frederick Windsor reveló qué fue lo que menos disfrutó de su boda
En el año 2009, Sophie Winkleman se convirtió oficialmente en miembro de la realeza británica por su unión conyugal con Lord Frederick Windsor. Este festejo se llevó a cabo en el Palacio de Hampton Court, y aunque estuvo repleta de momentos especiales, también le dio a la pareja varios dolores de cabeza debido a que ambos estaban inconformes con el peinado de la novia, ya que consideraron que era tan descuidado que arruinaba todo el look.
Así lo confesó la actriz de Hollywood durante una charla con The Telegraph, en donde admitió que no le puso el cuidado suficiente a su apariencia por priorizar otras tareas. Fue así como Lady Frederick Windsor terminó con un arreglo nupcial que no le agradó en lo absoluto y del que hasta el día de hoy sigue arrepintiéndose.
“Yo estaba tan concentrada en el trabajo, que no había pensado en nada, lo que significó que mi pelo estaba asqueroso y Freddie todavía se enoja por ello. En serio, era simplemente asqueroso”, apuntó la esposa de Lord Frederick Windsor, con el que actualmente tiene dos hijos, los cuales hasta hace poco estudiaban en la misma escuela que los descendientes de Kate Middleton y el príncipe William.
El vestido de novia de Sophie Winkleman también fue un desastre por esta razón
Más allá del peinado, otra cosa que Lady Frederick Windsor hubiera hecho diferente el día de su boda con el sobrino de Isabel II, es sobre su vestido de novia. Según los dichos de la royal, dejó todas las elecciones referentes al diseño en manos de la princesa Michael de Kent, su suegra (y un personaje muy polémico de la realeza) y, pese a que lo agradece, el atuendo nupcial no terminó de agradarle jamás.
“El vestido era muy dulce y esponjoso, pero parecía que ladraba. Pienso que debería haber llevado un vestido de novia más sencillo, y que definitivamente alguien con experiencia tenía que haberme secado el pelo”, concluyó la royal.