William y Kate, una nueva etapa en sus vidas

William y Kate

Los felices futuros padres se preparan para el nacimiento de su bebé en verano

El bebé real reinará sea cual sea su sexo, gracias a un cambio parlamentario que se inició el año pasado bajo el liderazgo del primer ministro David Cameron. A pesar de que había sufrido un letargo, tan pronto se supo la noticia del embarazo de la duquesa de Cambridge, la legislatura para concluir con la primogenitura masculina ha entrado en una fase acelerada, con el fin de que sea oficial antes de que nazca el primer bebé de los futuros reyes de Inglaterra.

Kate experimentó hyperemesis gravidarum, que consiste en un cuadro clínico de náuseas agudas con deshidratación, que puede resultar peligroso para la futura mamá. Ni corto ni perezoso, el príncipe William condujo a su esposa en su propio coche al hospital King Edward VII, de Londres, desde la casa de sus suegros adonde estaban cuando ella se sintió enferma, y no se separó de su lado en casi todo ese día. De inmediato, la agenda oficial de Kate fue cancelada, ya que se espera que tenga un período de reposo.

La duquesa había estado activísima últimamente. Después de cortarse el cabello, en capas al frente, fue a un juego de rugby en Cardiff, asistió a la inauguración de la Galería de Tesoros del Museo de Historia Natural, de Londres, y, junto a William, hizo una visita oficial al ducado cuyo título recibió al contraer matrimonio: Cambridge.

Es de suponer que los duques estaban al tanto del estado de embarazo que no alcanzaba las 12 semanas. Sin embargo, 48 horas antes de ingresar en el hospital, Kate estuvo de visita en la escuela de St. Andrews, vestida con un abrigo de McQ --línea que forma parte de la casa Alexander McQueen-- de cuadros escoceses verdes, que combinaba con los colores de la institución académica a la cual Kate asistió entre 1986 y 1995, antes de continuar en la universidad del mismo nombre en Escocia, donde conoció al príncipe. Alegre, recordó sus días de estudiante cuando también se distinguió como atleta. Quizás fue un poco a modo de despedida, porque la futura reina y mamá estará bajo un régimen más sedentario, en Kensington, esperando que los primeros meses del embarazo pasen con rapidez.

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