5 claves para llevar una dieta más ecológica

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Cuando nos sentamos a la mesa y tenemos frente a nosotros un delicioso salmón a las finas hierbas, un pollo a las brasas o una hamburguesa con carne de res premium, jamás pensamos en la energía y recursos que se emplearon para cubrir nuestra necesidad de alimentación.

Quizá lo que tengamos en mente es si hicimos una elección saludable. O tal vez ni eso. Sin embargo, empezar a tomar conciencia de lo que comemos tiene múltiples beneficios para nuestra salud y el planeta. De acuerdo con el informe ‘Alimentos. Planeta. Salud’, presentado en 2019 por la comisión EAT-Lancet, la evidencia científica señala que hay un vínculo estrecho entre las dietas, la salud y la sostenibilidad ambiental y, desafortunadamente, “la producción mundial de alimentos ya está amenazando la estabilidad climática y la resiliencia del ecosistema”. Esto significa que lo que comemos “impulsa la degradación medioambiental”. Pero tranquila, puedes seguir comiendo platillos deliciosos, lo importante es que empieces a hacer cambios.

SUMÉRGETE EN LA DIETA DE SALUD PLANETARIA

Los estudiosos del tema coinciden en que se necesita una transformación radical, pues los recursos naturales se están agotando y el exceso de gases de efecto invernadero ya ha dañado a la Tierra. Una de las respuestas es reorganizar el sistema alimentario, ya que este sector produce 30% del total de emisiones de gases de efecto invernadero. Y ello no sólo involucra a líderes mundiales, sino a las grandes y pequeñas empresas, a los ganaderos y agricultores, y a nosotros, los consumidores finales. Así que piensa en lo que vas a comer hoy: lo más probable es que tu hamburguesa deba quedarse fuera de la ecuación para lograr un planeta sano, ya que al consenso al que se ha llegado es a una propuesta de alimentación sostenible conocida como ‘Dieta de salud planetaria’, que se basa, principalmente, en alimentos de origen vegetal con la inclusión de cantidades pequeñas de pescado, carne y productos lácteos, ya que ella podría contribuir a frenar el calentamiento global, la pérdida de ecosistemas, la desaparición de especies, la falta de disponibilidad e, incluso, el encarecimiento de los alimentos.

¿EN QUÉ CONSISTE?

1. Tiene una ingesta calórica óptima.
2. Promueve un mayor consumo de alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, nueces, semillas y granos enteros.
3. Propone un consumo mínimo de alimentos de origen animal.
4. Contiene grasas insaturadas en lugar de saturadas.
5. Tiene cantidades limitadas de granos refinados, alimentos altamente procesados y azúcares añadidos.

OBJETIVOS PARA EL MEDIO AMBIENTE
• Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y optimizar el uso del agua.
• Prevenir la pérdida de la biodiversidad.
• Mejorar la calidad de la tierra agrícola.

¡MÁS VEGETALES, MENOS CARNE!

Más allá de modas, adoptar regímenes alimenticios donde se privilegie “el consumo de vegetales tiene el potencial de mejorar la salud y reducir los impactos ambientales asociados con el alto consumo de alimentos de origen animal, ya sea carne y productos lácteos”, señala la Organización Mundial de la Salud. Y es que la ganadería genera tantos gases de efecto invernadero como todos los coches, trenes, barcos y aviones juntos, que equivale a 14.5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, destaca Greenpeace.

Situándonos en este contexto, México es el sexto país consumidor de carne a nivel mundial. Cada persona come unos 62.2 kilos al año, es decir, poco más de cuatro veces lo recomendado para un consumo sostenible de carne. Por eso la alimentación basada en plantas es la alternativa para alcanzar la meta de una “Dieta de salud planetaria”. Esto no significa volverse vegano necesariamente, pues este concepto aplica también, por ejemplo, para el régimen flexitariano, en el que se pueden incluir cantidades modestas de pescado, carne y productos lácteos, o para una dieta mediterránea, ya que lo que se busca es consumir más alimentos vegetales.

La comida, sin duda alguna, será un tema definitorio del siglo XXI, alertan los científicos, y “si no pasamos a la acción, el mundo corre el riesgo de no cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París, y los niños de hoy heredarán un planeta que ha sido severamente degradado”. ¿Dónde quedamos nosotros? “Somos las elecciones que hacemos”, así que podemos empezar escuchando una sugerencia que hace el investigador Marco Springmann, del Programa Oxford Martin sobre el futuro de los alimentos, de la Universidad de Oxford: “Comer alimentos vegetales es una de las cosas más importantes que puedes hacer para reducir tu impacto en el planeta durante toda tu vida”.

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