Cuando llegamos a los 50 (o nos acercamos), todas buscamos ese pequeño twist que refresque nuestro look sin cambiar por completo nuestra esencia. Sí, el flequillo se ha convertido en ese aliado suave, estratégico y capaz de rejuvenecer la mirada sin esfuerzo.
1. Flequillo cortina con capas largas
Si quieres un cambio sutil, cero arriesgado y muy elegante, el flequillo cortina es tu mejor amigo. Este estilo se abre hacia los lados, enmarca los pómulos y suaviza la zona de los ojos, lo que crea un efecto lifting natural. A los 50 funciona increíble porque ilumina la mirada sin endurecer las facciones. Combínalo con capas largas para darle movimiento a tu melena y sumar esa vibra fresca que todas amamos.
2. Bob recto con flequillo ligero
El bob clásico nunca pasa de moda, pero cuando le agregas un flequillo ligero y recto, el look se vuelve más sofisticado. Este corte aporta estructura, mientras limpia visualmente el rostro, lo que lo hace ideal si quieres estilizar la mandíbula y abrir la mirada sin perder naturalidad.
3. Shag suave con flequillo desfilado
Si te encanta el look desenfadado, con textura y movimiento, el shag suave es ese corte que te va a hacer sentir joven sin pretenderlo. Su flequillo desfilado aporta un aire juvenil, ligero y muy vibrante. La clave es que no busca perfección sino que juega con mechones suaves, bordes difuminados y capas que levantan la parte superior del rostro. Es perfecto para quienes quieren sumar frescura sin renunciar al estilo.
¿Cuál elegir?
Piensa en lo que buscas, si quieres algo elegante (cortina), moderno (bob) o relajado (shag). Cualquiera de los tres favorece a los 50, suaviza rasgos y rejuvenece la mirada sin necesidad de grandes cambios. Solo elige el que vaya con tu energía… y prepárate para recibir cumplidos.