Recordando a la Gran Dama de la novela romántica

Recordando a la Gran Dama de la novela romántica

La célebre escritora española Corín Tellado hubiera cumplido hoy 86 años

A punto de cumplir los 82 años, falleció en España la escritora Corín Tellado. Colaboradora de la revista VANIDADES desde 1951, sus novelas de amor han hecho soñar a varias generaciones de nuestras lectoras. La magnitud de su obra la convirtió en la autora más leída de la lengua española después de Miguel de Cervantes.

Muchos factores son los que marcan la diferencia entre Corín Tellado y el resto de las “grandes damas” de la novela sentimental. Si Bárbara Cartland, Victoria Holt o Jude Deveraux afirman que les gusta la sociedad y que inventan historias románticas para poder vivir y sentir lo que atribuyen a sus protagonistas, el éxito de Corín Tellado reside en su facilidad para conseguir que sus lectoras/es se identifiquen con los personajes de su invención.

Corín Tellado hace de lo cotidiano una gran aventura en busca del amor, envuelve a sus protagonistas en situaciones de celos, temor, amistad. Las tramas de sus historias son desgarradoras, llenas de equívocos, y sus hombres y mujeres sienten pasiones: unas veces amor y otras odio; lo mismo son generosos que se dejan arrastrar por la codicia. En resumen: viven los mismos conflictos que sus lectores.

Famosa por haber dejado un legado de más de cuatro mil novelas cortas del género rosa, Tellado nació en Asturias el 25 de abril de 1927 y desde pequeña mostró su afición por la lectura y escritura, sumergiéndose en obras de Alejandro Dumas, Honoré de Balzac, Miguel Delibes y Pedro Mata, entre otros.

Corin posa en su casa junto a algunas de sus obras, septiembre de 1970


Menospreciada en ocasiones por su estilo de corte amoroso y sin tanta pretensión, su literatura fue a su propio juicio, una escritura especial sin mérito estilístico, pero dotado de eficacia y grandeza, elementos suficientes para establecer una conexión con el público popular.

Sus textos fueron una ventana para la liberación de muchas lectoras y a la vez un bálsamo de felicidad, ya que entre sus líneas se dejaban llevar a cabo acciones que la sociedad prohibía en las calles.

“Dejaré de escribir cuando me caiga la cabeza sobre la máquina. Yo no me rindo”, fueron palabras en los últimos días de su vida. Corín falleció el 11 de abril de 2009, en su domicilio de Gijón, Asturias, a la edad de 82 años.

Con más de 400 millones de ejemplares vendidos, figuró en el Libro Guiness de los Records de 1994 y despertó opiniones como la de Mario Vargas Llosa, quien apuntó que “la vasta producción de Corín quedará como muestra de un fenómeno sociocultural”, así como el calificativo de “la inocente pornográfica”, por parte del escritor Guillermo Cabrera Infante.

Te recordamos con mucho cariño, Corín.

Algunos frases y memorias de Tellado:

- Uno deja de amar en el mismo instante en que lo dejan de amar a uno. Seguir pensando en quien no te quiere, no solo denota la casi ausencia de amor propio, sino que tambien es un indicativo de falta de madurez emocional. Prefiero la frase de Vinicius de Moraes: El amor es eterno mientras dura.

- Ni soy romántica ni escribo novelas románticas. Soy positiva y sensible, y escribo novelas de sentimientos, que no es lo mismo.

- No justifico al que pierde la dignidad. A lo mejor digo esto porque nunca estuve realmente enamorada. Fue una suerte. (en respuesta a la pregunta si justificaba al que lo pierde todo por amor)

- Sobre sus novelas eróticas escritas con pseudónimo: Fueron 26 y eran tan fáciles de escribir ... Los sentimientos no aparecían por ningún lado.

- Me lo decía Mario Vargas Llosa: “Corín, ¿te das cuenta de la fuerza que tienes en la juventud, en el mercado?”...
Yo me meto en el personaje, pero nunca escribo sobre mí ni sobre mi estado de ánimo. Eso nunca contó para escribir un libro. Puedo llegar a narrar la escena más sensual y erótica que te puedas imaginar y estoy sentada en el despacho de mi hijo, con las rodillas tapadas con una manta tomando un chocolate. De hecho Julio Verne nunca salió de casa y ya ves que en sus libros ya imaginaba los cohetes, el submarino....

¿Y tú, cuál obra de Corín recuerdas? ¿Lees aún sus novelas en Vanidades?

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