El cantante compartió algunas fotografías en su cuenta de Instagram
El cantante Ricky Martin no se limitó ayer martes a ofrecer un multitudinario concierto en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid que, además de cumplir con las altas expectativas que en él habían depositado sus fans, supuso todo un desafío a aquellos desalmados que han hecho de los grandes eventos musicales el principal objetivo de sus repulsivos actos.
Tanto es así, que en las horas previas a su mastodóntico espectáculo, el intérprete y su compañero sentimental, Jwan Yosef se dedicaron a recorrer las calles del centro de la ciudad para disfrutar personalmente de algunos de sus monumentos más emblemáticos, como demuestra la foto que tomó el artista de origen sirio desde la plaza de Cibeles para captar la pancarta de apoyo a los refugiados que cuelga en la fachada del ayuntamiento.
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Pero la parada estrella de la ruta, sin duda, tuvo lugar en una de las muchas pinacotecas de prestigio que alberga la capital española, el Museo de Arte Reina Sofía, en la que los dos enamorados no dudaron en distraerse por unas horas de los nervios previos a la actuación del portorriqueño admirando para ello algunas de las piezas contemporáneas de la afamada galería, como se desprende de la foto publicad por Ricky en su Instagram.
Se desconoce, sin embargo, si la pareja tuvo oportunidad de admirar con sus propios ojos la obra estrella del museo, el histórico ‘Guernica’ de Pablo Picasso que se ha convertido por derecho propio en todo un símbolo mundial de los desastres y el horror de la guerra. Teniendo en cuenta la relevancia de la obra, es poco probable que no quisieran dedicarle al menos unos minutos.
Una vez sobre el escenario del ahora llamado Wiznik Center y ante un público de 10.000 personas que no paraba de corear su nombre, el conocido artista derrochó el mismo nivel de energía y talento que le ha venido caracterizando a lo largo de los dos años en que lleva embarcado en su gira mundial, a pesar de que en esta ocasión resultaba complicado dejarse llevar completamente por el entusiasmo al estar celebrándose casi de forma simultánea una concentración en Mánchester a modo de vigilia por los 22 muertos y más de 50 heridos que dejó el atentado del lunes tras el concierto de Ariana Grande en la ciudad.
“Yo lo que quiero es verte reír, olvidar todos los problemas. ¿Podemos volar o no?”, le dirigió a los espectadores en un momento del recital, marcado por la presencia de un fuerte dispositivo policial y por la valentía de aquellos que no están dispuestos a renunciar a sus libertades por el chantaje de los violentos.
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