Con ingredientes básicos de tu alacena
Siempre tengo a mano una caja de pasta (spaghetti, ziti, penne, etc.) y un frasco de salsa, pues son ideales cuando llegan invitados inesperados o no sé qué cocinar.
Para prepararla en sólo media hora y con mi propio toque, mi “truco” es cortar una cebolla blanca en trozos pequeños y 3 dientes de ajo en rebanadas; sofríelos en un poco de aceite de oliva.
Cuando estén suaves, agrega la salsa junto con 1/4 de cucharadita de azúcar (para cortar el ácido), 1/4 de cucharadita de orégano, 1/4 de cucharadita de albahaca seca y pimienta negra fresca a gusto. Deja que la salsa se caliente a fuego bajo y viértela sobre la pasta cocinada. Si tienes alguna salchicha o chorizo, córtala en trozos pequeños y cocínalos en la salsa. Al servirla, agrégale queso parmesano fresco.
¿Otra idea? Añade a la pasta cocinada una salsa blanca estilo Alfredo (de frasco) “arreglada” con un poco de leche, tocino (beicon) ya cocinado y cortado en trozos, pedacitos de jamón, ½ taza de petit pois y queso parmesano fresco rallado. ¡Una delicia!