Abuelos y nietos solos de viaje: consejos para que sea un éxito

Abuelos y nietos solos de viaje: consejos para que sea un éxito

Sin duda, una experiencia que puede resultar divertida y para estrechar los lazos familiares

Cuando los niños disponen de vacaciones y los padres tienen que seguir trabajando, los abuelos son una bendición. Enviar a los más pequeños de viaje con los abuelos puede ser una solución para toda la familia. Pero para que la experiencia salga bien hay que tomar en cuenta varios factores, incluyendo los legales.

Hasta qué punto hay cada vez más familias que envían de vacaciones a abuelos y niños juntos se refleja en el surgimiento de todo un segmento nuevo en el sector turístico, explica el profesor Torsten Kirwwwes, experto de la Universidad de Wilhelmshaven: “Cada vez más operadores diseñan ofertas especiales para abuelos con nietos”.

Lo primero que hay que tomar en cuenta es la edad de los niños. Para irse solos con los abuelos, deberían tener por lo menos tres o cuatro años, aconseja el experto alemán en educación Andreas Engel. “En los niños más pequeños, el vínculo con los padres sigue siendo demasiado fuerte y básico como para interrumpirlos durante días”.

Más fácil es hacerlo con niños de jardín de infantes, pero sólo si los abuelos son para ellos personas importantes y cercanas. Un modo inteligente y divertido de profundizar ese vínculo es que los abuelos visiten a los nietos en su casa durante las vacaciones: así los más pequeños se habitúan a su compañía en un entorno bien conocido.

Cuando los abuelos tienen una relación cotidiana con los nietos y ya en el día a día los cuidan de vez en cuando, no hay problema en que los niños de kindergarten viajen solos con ellos.

Ursula Lenz, de la organización de ancianos BAGSO de Bonn, recomienda probar con un destino cercano: “Lo mejor es comenzar con un fin de semana en las cercanías. Eso da seguridad a los niños”.

Otro aspecto que conviene prever de antemano es la educación. Si se trata de abuelos muy activos que disfrutan haciendo muchos planes, conviene poner límites antes del viaje. “Hay que aclarar qué le gusta hacer al niño y si necesita algo en particular, como dormir la siesta”, señala Engels.

Sin embargo, tampoco hay que regularlo todo, añade el experto: “Los estudios demuestran que los niños aprenden de la diversidad. No pasa nada si el abuelo y la abuela son un poco diferentes de los padres”.

Un viaje con los abuelos puede ser una gran aventura para los niños. Para que sea así, los padres deben comenzar por eso con antelación a preparar el viaje con sus hijos como una experiencia divertida y diferente: ubicar el destino en un mapa, ver fotos, comprar un bolso y empacar las primeras cosas. “De ese modo, el niño puede ir preparándose internamente de a poco”, dice Engels.

Por último, un punto clave que muchos olvidan: el legal. Los abuelos deben estar informados al detalle de todos los aspectos jurídicos. “Además, son los responsables durante el viaje, por lo que deben poder tomar decisiones rápido”, recuerda Ursula Lenz. Los padres pueden firmar por ejemplo un poder por si hay un accidente y los abuelos deben autorizar un tratamiento en el hospital.

Cuanto más programado esté el viaje, más tranquilos quedarán los padres al dejar partir a los niños. Las vacaciones con nietos pueden ser algo alborotadas para los abuelos, pero también un momento intenso y especial. Con la ventaja de que también estarán regalando a los padres un poco de tiempo para ocuparse de sus asuntos.

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