El arte de jugar

El arte de jugar

Jugar es un componente necesario de una vida sana

Jugar libera y estimula la imaginación, eleva el estado de ánimo y reduce el estrés, lo cual es bueno para el sistema inmunológico que combate las enfermedades

Eena no podía creerlo. La pequeña compañía para la que acababa de comenzar a trabajar estaba pasando por una crisis, pues estaban a punto de perder una importante orden de venta a un gigantesco competidor. ¡Necesitaban buenas ideas pronto! Pero en esos momentos, a su jefa, una elegante ejecutiva de 42 años de edad, solo se le ocurrió una “brillante” idea: "¡Hagamos una competencia para ver quién hace el globo más grande de chicle!”, propuso con entusiasmo.

“Al escucharla la miré con genuino horror, como si el estrés la hubiera hecho perder la razón. Necesitábamos buscar soluciones, ¿y a ella se le ocurría semejante disparate” Pensé: ‘Dios mío, ¿en qué acabará esto?’ ”, confiesa Elena.

Elena se escandalizó porque no sabía de un estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (OSU, por su sigla en inglés), en el que hallaron que esta actividad tiene un efecto muy poderoso sobre el estrés. De hecho, es capaz de controlar la ansiedad antes de una intervención médica y de ayudar a reducir el dolor. Esto se debe a que al enfocar el patrón de la respiración, el ritmo cardíaco se desacelera, la presión arterial se reduce y el diafragma recibe más oxígeno, haciendo que los niveles de adrenalina y de las hormonas del estrés disminuyan.

“Al rato todas estábamos muertas de la risa y relajadas. ¡Las buenas ideas comenzaron a fluir como por arte de magia y al final salvamos la cuenta!”, dice Elena. “Estar tensas y preocupadas, lejos de hacernos más efectivas, nos estaba llenando de tensión y no podíamos pensar en forma creativa”.

EL ARTE DE JUGAR

En el libro Play: How It Shapes the Brain, Opens the Imagination, and Invigorates the Soul (Jugar: Cómo moldea el cerebro, abre la imaginación y revigoriza el alma), Stuart Brown y Christopher Vaughan sostienen que jugar -dejarse llevar por la imaginación y realizar una actividad simplemente por disfrute- es esencial para la salud total de mente, cuerpo y espíritu de los adultos. Los autores, que han dedicado su vida a estudiar los beneficios de jugar, sostienen que incluir el juego en nuestra vida es esencial no solo para ser felices, sino también para mantener relaciones sociales satisfactorias y ser personas balanceadas, creativas e innovadoras. Esto es particularmente beneficioso para aquellos adultos superserios y responsables que pierden el sentido del humor y de la diversión. Pero, sobre todo, para los que caen bajo la categoría de “personalidad tipo A”, que describe a la persona tensa, irritable y nerviosa, que vive a toda prisa y bajo presión, y que es más propensa a la hipertensión y a las enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, apenas dejamos atrás la adolescencia, las normas culturales nos hacen ver el juego como una pérdida de tiempo; algo para los inmaduros y los irresponsables. Ante esto, el adulto promedio se siente culpable si dedica tiempo para realizar una actividad solo con el fin de divertirse. ¿"Perder” un tiempo precioso sin percibir alguna ganancia? ¡Eso es un pecado! El lema es: “Debo ser serio y productivo”. Entonces él o ella solo juegan a través de otros, como cuando van a un evento deportivo.

JUSTO LO QUE EL MÉDICO TE RECETÓ

De acuerdo con la Asociación Médica Americana (AMA, por su sigla en inglés), después de unas relajantes vacaciones -aunque solo puedas escapar un fin de semana largo- eres más productiva, inventiva y saludable. Es más: está comprobado que aquellas personas que se toman los días de vacaciones que les corresponden solicitan menos días libres por enfermedad en el trabajo. ¿Imaginas entonces cómo te beneficiarías en lo personal, en lo social y en lo profesional si incluyes en tu ocupada agenda un tiempo para el delicioso arte de jugar con abandono?

“Para los adultos, jugar no es una pérdida de tiempo. Es un componente necesario de una vida sana”, asegura Debbie Mandel, especialista en el manejo de estrés y autora de Addicted to Stress: A Woman’s 7 Step Program to Reclaim Joy and Spontaneity in Life (Adicta al estrés: Un programa de 7 pasos para la mujer, para recuperar la alegría y la espontaneidad en la vida).

De acuerdo con Mandel, si trabajas duro de lunes a viernes para disfrutar de un día o unas horas de relajamiento durante el fin de semana, estás viviendo fuera de balance. Ella recomienda que separes un tiempo todos los días para liberar el espíritu alegre y desinhibido de la niñez.

INVIERTE UNOS MINUTOS AL DÍA PARA TU BIENESTAR

Si la razón por la que sigues mirando desde las gradas mientras otros juegan es la falta de tiempo, recuerda que solo tienes que invertir unos minutos todos los días para desacelerar la marcha y zambullirte de lleno en la diversión. Haz un inventario de cómo utilizas el tiempo y verás que siempre puedes separar un ratito para ti. Comienza por reducir el tiempo que pasas navegando por Internet, sentada pasiva frente a la televisión o haciendo labores que puedes delegar en otros. Rescata un “espacio” para ti. Por supuesto, puedes unirte a otros adultos que compartan tu pasión por una actividad. La regla que debes seguir: juega sin motivos ulteriores, simplemente para disfrutar.

IDEAS QUE PUEDEN AYUDARTE

1 ¿De niña te gustaba el ballet, bailar el aro ( hula-hoop) o pasear en bicicleta con tus amiguitas? Retoma cualquiera de estas actividades y no solo estarás descargando las tensiones y elevando la energía, sino que además estarás logrando algo muy importante para tu salud: alargando tus telómeros. ¿Qué son esas cosas? Pues nada menos que las capas que cubren las puntas de los cromosomas y que se acortan a medida que un individuo envejece. De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de California, en San Francisco, las personas que tienen los telómeros cortos son más propensas a sufrir de depresión y de cáncer, entre otros problemas de salud. En contraste, quienes realizan 10 minutos diarios de una actividad divertida y vigorosa los tienen más largos... y ya sabes lo que esto quiere decir: más juventud y más salud.

2 Los juegos de mesa como el parchís, el monopolio y las cartas estimulan tu mente y fortalecen las células del cerebro, haciéndolas más resistentes a las enfermedades y al deterioro que suele ocurrir con el envejecimiento. Y no solo eso: de acuerdo con un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, estos juegos son capaces de reducir el riesgo de padecer de demencia senil o del mal de Alzheimer. Incluso los pacientes de esta enfermedad mejoraron sus síntomas después de jugar. ¿Lo mejor de todo? Concentrarte en esta clase de juegos hace que las preocupaciones se esfumen como por arte de magia, lo cual eleva tu espíritu y mejora tu estado de ánimo. Después de disfrutar con tus compañeros de juegos, quedarás refrescada mentalmente y rejuvenecida.

3 ¡Haz mucho ruido! Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos reveló que tocar tambores o simplemente tocar sobre la mesa como si esta fuera un bongó, eleva tu sistema inmunológico lo que ayuda a combatir las células cancerígenas.

DESCUBRE TU PASIÓN

Recuerda qué te divertía o te apasionaba cuando eras niña. ¿Colorear? Toma clases de pintura sin otro motivo que pasarla bien. ¿Patinar? ¡Nada te impide volver a disfrutar sobre ruedas!

Repasa tus álbumes de fotos del pasado. ¿Cuándo te ves más sonriente y alegre? Quizás cuando compartes con unas amigas o cuando juegas con tus mascotas. Toma nota e incorpora esas actividades a tu vida, en la medida que puedas.

Prueba algo nuevo que siempre te atrajo, pero que dejaste en tu lista de “cosas por hacer": Quizás siempre deseaste unirte a un equipo de voleibol o tomar clases de actuación o... ¿qué se te ocurre o te dan deseos de hacer? Verás que cuando recuperes el espíritu de jugar... ¡el cielo es el límite!

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