Cómo evitar las largas listas de pendientes

Cómo evitar las largas listas de pendientes

Si terminas el día y no acabas con lo que necesitabas hacer, aquí te decimos una forma sencilla para lograrlo

Hay una manera de evitar posponer una y otra vez las tareas en el trabajo y que las listas de pendientes (to do) sean cada vez más largas. El secreto es concentrarse en las tareas de cada día y ponerle a cada ítem de la lista de pendientes una fecha de concreción límite. Si se tiene un buen día y se pueden concretar objetivos de la semana entrante, tanto mejor.

Las listas de pendientes son útiles más que nada cuando se está muy estresado para descomprimir la memoria a corto plazo.

Es indistinto si se escribe la lista en papel o si se la anota en un documento electrónico; eso depende del gusto de cada quien. Pero si se trabaja con papel, hay que estar atento a no anotar lo mismo dos veces. Además, se recomienda no anotar muchos pendientes pequeños sueltos, sino unificar en un sólo ítem todos los pasos relacionados con una misma tarea.

Para evitar posposiciones también sirve tener en claro por qué se va dejando siempre para lo último una tarea determinada. En el caso de las listas de papel, se puede anotar un punto rojo al lado de cada tarea que se pospone. Cuando la lista tiene cuatro o cinco puntos rojos, hay que preguntarse qué obstáculos están relacionados con esos pendientes. Un posible motivo es que no se le encuentre sentido a esas tareas.

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