Las células neurológicas se verán más afectadas que nunca
Es uno de los alimentos y nutrientes más populares en la historia de la humanidad, pero los descubrimientos científicos continúan contradiciendo los beneficios que los lácteos brindan. Desde la leche hasta productos como el queso y el chocolate, parece que éstos llevan a más efectos negativos que positivos.
De acuerdo a una nueva edición de la publicación Neurology, el doctor Robert Abbott y sus colegas de la Universidad Shiga de la Ciencia Médica en Japón, existe una nueva conexión entre el consumo de la leche y la degeneración neurológica.
Para esta nueva investigación, los científicos se basaron en la observación detallada de 449 cerebros diferentes en donde la densidad de las neuronas y las áreas más sensibles de este órgano se convirtieron en el énfasis principal. El grupo de Abbott encontró que las personas que toman más de dos vasos de leche de vaca al día (16 onzas en promedio) reflejaron una serie de canales de nervios más delgados, localizados en las zonas de investigación del órgano del sistema neurológico.
El hecho de que estos canales sean más susceptibles a romperse y estén más débiles que nunca, significa que la función cerebral se verá afectada progresivamente. También, en la nueva investigación, encontraron que cuando estas personas consumían leche en una base diaria, este líquido deja unos residuos llamados heptachlor epoxide.
Este químico se acumula y es probable que sea el elemento responsable de la muerte de las células neurológicas y el daño mayor en el cerebro. Este compuesto también es conocido por ser uno de los pesticidas más controversiales en la cultivación de productos estadounidenses y de los que más perdura en las plantas y la tierra.
Ahora, ¿por qué la enfermedad de Parkinson? De acuerdo a las investigaciones iniciales de este síndrome, los primeros síntomas y degeneración notable comienzan por la destrucción de células neurológicas. Entonces, cuando ya hay escasez en la cantidad de células saludables en el cerebro, aquí es cuando el trastorno ataca las habilidades motrices, la función cognitiva y la expresión emocional en este importante órgano de nuestro cuerpo.
