¿Ir o no ir a los restaurantes?

¿Ir o no ir a los restaurantes?

Cómo compaginar la dieta con el hecho de comer fuera de la casa

Seamos sinceras: no vamos a dejar de ir a restaurantes porque estemos a dieta. En otras épocas era común hacerlo, pero en la actualidad, tanto por nuestro trabajo como por nuestra vida personal, comemos fuera de la casa a menudo. Y esas prohibiciones rigurosas no van con el activo estilo de vida del siglo XXI. Lo importante cuando somos mujeres modernas es demostrar un mínimo de control sobre la comida ?y no que esta nos domine? y también que sabemos querernos y cuidarnos. Por eso, la clave es saber ?sobrevivir? a las tentaciones con técnicas ytips inteligentes que nos puedan ayudar.

5 técnicas que funcionan muy bien?

1. Ve a restaurantes asiáticos, donde no estás tentada a comer pan ni postre, y cuyos menús se adaptan muy bien a dietas bajas en grasas, con proteínas y vegetales.

2. Evita los restaurantes italianos y los de comida estadounidense estilo ?confort? y los llamados ?gastropubs?, donde las pastas, salsas, platos fritos y los muy gourmets panecillos y postres son una tentación difícil de vencer.

3. No lleves tus tarjetas de crédito, pues esa seguridad te relaja y te hace ordenar más comida y todo lo que se te antoje sin pensar en el costo. Pagar en efectivo te fuerza a vigilar los gastos y ordenar menos. (Este curioso consejo es el resultado de un estudio de la Asociación de Restaurantes de Nueva York).

4. Toma dos vasos de agua fría antes de llegar al restaurante. Un tip sencillo y muy efectivo para reducir tu apetito.

5. Pide las salsas y aderezos a un lado de tu plato para que controles la cantidad que vas a servirte. Lo ideal es una cucharadita de ellos.

Tip: Un bol de fresas con hojas de menta al final de una comida satisface tu deseo de comer algo dulce, y el sabor de la menta te reducirá el apetito.

Los trucos de Heidi Klum

La modelo Heidi Klum, quien tiene una figura perfecta y admite ?adorar la buena comida?, aconseja lo siguiente cuando va a los restaurantes, lo que hace dos o tres veces a la semana: ?Siempre pido un consomé o un jugo de tomates que me entonan el estómago, y después un plato de pescado, camarones o pollo a la parrilla, con brócoli y zanahorias o con una ensalada verde, y ordeno siempre alguna rica salsa picante, como Tabasco, que transforma la comida, dándole un golpe de sabor maravilloso. Si quiero algo pecaminoso, ?robo? un bocado de algún plato que hayan pedido mis hijos o mis amigos?.

Tip: No te dejes seducir por ese menú delicioso... Piensa que estará ahí ?sin moverse? cuando hayas perdido el peso que deseas y podrás saborearlo.

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