Las pequeñas aprenden rápidamente todo lo que haces y digas en tus actividades cotidianas
Tú eres el modelo que tus hijas siguen, así que desde que son pequeñitas actúa de la manera como quieres que ellas lo hagan cuando sean mayores.
Si no deseas que se comporten de forma inapropiada, asegúrate de que tú no lo haces en tus acciones cotidianas.
Recuerda que las niñas son radares; cuando crees que nadie te está observando, ellas saben lo que haces, dices, cómo te vistes y hasta cómo levantas las cejas...