El nuevo problema en que las mujeres son juzgadas y los hombres no

El nuevo problema en que las mujeres son juzgadas y los hombres no

Desafortunadamente se presenta dentro de las instituciones académicas


Continúan los inconvenientes en la discriminación de género... Resulta ser que durante un nuevo estudio realizado por la Universidad Metropolitana de Denver, dos expertos en comportamiento social descubrieron que las mujeres ahora reciben mejores y más altas calificaciones dependiendo de su belleza y su éxito a la hora de construir relaciones personales o salir con una cierta cantidad de parejas.

El experimento se basó en la reacción de los docentes a la hora de presentar una clase. Se pusieron dos escenarios diferentes. El primero, una clase online en donde el profesor no podía ver o conocer a sus estudiantes de forma personal y el segundo, una clase promedio en donde el docente se para enfrente de los estudiantes y realiza su presentación.

Pero nos queda una gran duda. ¿Cómo determinar quién es más atractivo y quién no? Para continuar con el análisis, los investigadores reclutaron a una serie de personas basadas en el grado de atracción física y la reacción por parte de la sociedad en el momento de ver una imagen de sus caras.

Luego analizaron sus calificaciones y encontraron que existe una gran diferencia entre varias mujeres. Las personas consideradas más atractivas recibieron calificaciones más altas mientras que las demás recibían un número más bajo, sin importar el trabajo o esfuerzo realizado.

En la clase online, el factor de ser atractivo ni siquiera se presentó y se logró un mayor balance en el análisis de calificaciones de cada mujer. Según la explicación científica, en cuanto viene a aparentar una belleza más atractiva, llega una próximidad en los rasgos de productividad y éxito. Lo que en sí provoca, a la misma vez, una discriminación inmediata.

Aunque existen casos individuales y aún más preocupantes, el análisis reflejó que estos instantes de falta de criterio se están presentando únicamente en las mujeres y no los hombres. Es un paso para atrás para la sociedad educativa e institucional.

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