Transforma tu vida

Transforma tu vida

Un pequeño símbolo gramatical ha iniciado un movimiento que está revolucionando la forma como miles de personas alrededor del mundo enfocan la vida

¿Conoces el poder de la pleca? Si te preguntas qué es una pleca, aquí te la presentamos: Es una raya (-). Como puedes ver, no es un símbolo místico del Lejano Oriente, cargado de significados ocultos. Se trata de una pequeña raya horizontal con una labor muy sencilla: dividir frases o palabras. Nada espectacular. Lo que quizás no imaginas es el poder que encierra este humilde signo gramatical.

Aunque pocos reparan en él, Linda Ellis lo descubrió un día, mientras leía la dedicatoria esculpida sobre una lápida. Fue entonces que vio, entre dos fechas, la pequeña raya horizontal que las separaba: 1920-1990.

De repente, la joven fue iluminada por una revelación. Y es que en ese momento comprendió que el guión que separa la fecha de nacimiento de la fecha de defunción simboliza el tiempo que tenemos entre la vida y la muerte. Que representa, en otras palabras, la vida misma y todo lo que hacemos.

“Cuántas risas, lágrimas, sueños, triunfos y fracasos se encierran en ese breve espacio”, pensó. Y se hizo una pregunta que transformó para siempre su forma de ver la vida: "¿Estoy viviendo a plenitud ese breve espacio?”.

UNA REVOLUCIÓN ESPIRITUAL

Esta pregunta la llevó a escribir un poema titulado The Dash (La pleca). Este se hizo famoso mundialmente e inició un movimiento que está revolucionando la forma como cientos de miles de personas de todas las edades y nacionalidades enfocan los años que les quedan por vivir. La meta de este movimiento universal es tan sencilla como el símbolo que la inspira: desechar lo superfluo -la idea de la buscar perfección, la costumbre de creer que solo los “grandes” eventos cuentan- para concentrarnos en vivir plenamente los pequeños grandes milagros que la vida nos regala cada día, hasta el último día.

Como escribió la autora en su poema:

“Las responsabilidades de la vida diaria/las cuentas, el dinero, la profesión/afectan la forma como usamos este importante pequeño guión”.

Es cierto que muchas veces -demasiadas, tal vez- nos dejamos atrapar por los quehaceres y las preocupaciones cotidianas y se achica nuestra visión; ya no vemos la magia y la abundancia que nos rodean. Pero ella ofrece la solución en otra estrofa del poema:

“Experimentar cada momento/reír, vivir, amar/ aprendiendo cuánto tomar de la vida/y cuánto le debemos dar”. En otras palabras: la clave radica en estar presentes y vivir con gratitud, disfrutando el regalo único de cada día erróneamente llamado “ordinario”.

Y esto... ¿cómo se logra? Las buenas noticias: no hay que viajar a India en busca de iluminación ni consultar con el gurú de moda; tampoco es preciso renunciar a nuestros bienes materiales ni meditar varias horas al día hasta ver la luz. Como ella explica en su nuevo libro Live Your Dash: “No se trata de cambiar todo de un golpe, sino de ir integrando pequeños cambios que, cuando se suman, logran una transformación personal”.

Por supuesto, aun estos pequeños ajustes no se consiguen sin un poco de esfuerzo y, sobre todo, de constancia. No basta con leer el libro; tampoco con “entender” el concepto a nivel intelectual. Se trata de dar los pasos que pueden transformar tu vida.

PEQUEÑOS GRANDES PASOS
Comenzar un nuevo año nos inspira a verlo todo con ojos nuevos. Y es que tenemos 365 días -¡nuevos, aun sin errores!- por estrenar. ¿Cómo deseas vivirlos? Este es el momento para implementar esos pequeños cambios en forma consistente.

1. “LIMPIA” TUS LENTES. Si los usas de color de rosa, la lógica te dice que verás el mundo color de rosa. De la misma manera, si miras a través de un cristal oscuro o distorsionado, así verás todo lo que te rodea. ¿Tiendes a ser pesimista? Entonces te costará trabajo creer en las personas y en las oportunidades que se te presenten y podrías dejar pasar algunas “doradas” para tu vida.

Todos vemos a través de nuestros lentes personales, formados por nuestras experiencias, actitudes y, en algunos casos, incluso por nuestro ADN. Al comenzar el año, toma nota del estado de los tuyos:

¿Te has vuelto temerosa? ¿Juzgas a los demás? ¿Ves el vaso medio vacío o medio lleno? Determina cuáles son las actitudes negativas más predominantes en ti y de qué manera afectan tu vida. Ahora viene lo más importante: acepta que el hecho de que miras a través de estos lentes no quiere decir que así como lo ves es el mundo o incluso las circunstancias que te rodean. Es solo como tú has aprendido a verlas. Pregúntate si existen otras maneras de hacerlo.

Créelo o no, abrir este espacio para la duda puede lograr un cambio fundamental en tu vida, pues ya no reaccionarás como por reflejo; poco a poco te irás acostumbrando a cuestionar tu percepción. Y, como sabes, a veces mover la vista solo un milímetro a la derecha o a la izquierda puede cambiarnos el panorama completamente.

2. BORRA “CUÁNDO” DE TU CALENDARIO. En Live Your Dash, Linda Ellis escribe que algunas personas le han añadido un día más a su semana: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo... y “cuando”. “Cuando me case...”. El poema que inició este movimiento plantea una pregunta clave: ¿Cuándo te aceptarás y disfrutarás de tu vida tal como es ahora? Esto no quiere decir que no debas tener aspiraciones o deseos de superarte en algunas áreas, pero ¿recuerdas la última vez que creíste que ibas a ser feliz “cuando...”? ¿Qué pasó cuando al fin obtuviste el esperado auto nuevo, el jugoso aumento, el flamante esposo...? Que otro deseo pasó a ocupar su lugar. ¡Otro “cuando”! Saborear el presente es la clave de la felicidad, porque solo podemos vivir ahora. Esto es tan evidente, que a veces se nos escapa. Disfruta de cada momento del camino, porque el camino es la pleca... y la pleca es la vida.

Ellas no serán felices el martes, lo serán “Cuando rebaje unos kilos...”, “Cuando tenga mi auto nuevo...”, “Cuando me case...”. El poema que inició este movimiento plantea una pregunta clave: ¿Cuándo te aceptarás y disfrutarás de tu vida tal como es ahora? Esto no quiere decir que no debas tener aspiraciones o deseos de superarte en algunas áreas, pero ¿recuerdas la última vez que creíste que ibas a ser feliz “cuando...”? ¿Qué pasó cuando al fin obtuviste el esperado auto nuevo, el jugoso aumento, el flamante esposo...? Que otro deseo pasó a ocupar su lugar. ¡Otro “cuando”! Saborear el presente es la clave de la felicidad, porque solo podemos vivir ahora. Esto es tan evidente, que a veces se nos escapa. Disfruta de cada momento del camino, porque el camino es la pleca... y la pleca es la vida.

3. DESCUBRE LO QUE TE GUSTA... Y HAZLO. A veces, las personas se involucran tanto en la carrera o en los deberes, que olvidan aquello que un día les apasionó. Bailar, leer, dibujar, conversar con las amigas... Hay tantas “pasiones” enterradas como hay personas. Quizás ellas creen que han logrado olvidarlas o que son sueños locos de juventud, pero la realidad es que siguen ahí, en su interior. Y su ausencia deja un vacío en su vida, que a veces tratan de llenar con más trabajo o con relaciones superficiales. Al mismo tiempo, estudios recientes indican que hacer eso que nos gusta -aunque solo podamos mantenerlo como pasatiempo- es beneficioso para la salud de la mente, el cuerpo y el espíritu. ¿Quieres darte un chapuzón en la fuente de la juventud?

Separa un tiempo solo para ti, aunque sea una hora a la semana, y dedica este espacio sagrado a revivir tu pasión.

Estos tres pasos pueden parecer pequeños o insignificantes, pero si logras cambiar tu perspectiva de la vida por una más positiva, disfrutar el presente y realizar tu pasión, descubrirás una fuente inagotable de placer. Y, lo que es mejor, como si lanzaras una pequeña piedra al agua, estos cambios crearán círculos concéntricos cada vez más grandes, que lograrán transformarte.

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