¿Eres de las personas que no dan un paso, por insignificante que sea, sin inmortalizarlo en la red social?
Si eres como la mayoría de los usuarios de Facebook, tu página en el sitio social más popular del universo es, además de una herramienta para conectarte con otras personas, una extensión de tu personalidad. Y es que en ella “subes”, hablando en el lenguaje de la tecnología moderna, todo aquello que te muestra bajo la luz más favorable: fotos de un viaje a Europa o de una fiesta de aniversario; mensajes de amor a tu pareja o noticias de éxitos y promociones. Casi nadie, por ejemplo, comparte con sus 1,000 amigos el regaño del jefe o el estado de su cuenta de ahorros.
Al mismo tiempo, todos hemos escuchado innumerables cuentos de horror sobre los trolls que patrullan la red con el único afán de crear problemas; también conocemos el caso de personas que han sido rechazadas por un futuro empleador después de que este los vio en Facebook muy “alegres” en una noche de copas.
Es por eso que eres muy cuidadosa y solo pones en tu página aquello que deseas compartir con los demás. Tú controlas la imagen que proyectas. ¿Cierto? Si estás convencida de que es así? te tenemos una sorpresa.
DIME QUE TE GUSTA Y TE DIRE QUIEN ERES
De acuerdo con un estudio llevado a cabo en la Universidad de Cambridge, en Gran Bretaña, el botón azul de like (gusto o preferencia) en Facebook para señalar que apruebas algo, es una posible arma de doble filo. David Stillwell, uno de los autores del estudio, aseguró que “tus likes pueden estar revelando de ti más de lo que imaginas”.
Después de estudiar a más de 58,400 usuarios de ese sitio social en Estados Unidos, los investigadores fueron capaces de descubrir el sexo, la nacionalidad, la afiliación política, la religión y hasta la orientación sexual de la persona. Es más: en un gran número de casos también determinaron si la persona fuma, si usa drogas, si tiene una hipoteca alta y si sus padres están divorciados.
Los likes también ayudaron a medir su coeficiente intelectual y su capacidad de abrirse a nuevas experiencias.
¿Cómo lo hicieron? Basándose en los likes de los participantes, los investigadores crearon un perfil sicológico de cada uno. Lo sorprendente es que en algunas categorías, como el sexo y la nacionalidad, ellos lograron acertar en el 95 por ciento de los casos. En otras palabras: decir que te gusta una canción, un libro, un programa de televisión o una marca de cerveza es como hacerte una radiografía sicológica que está a la vista de extraños, expertos de mercadeo, exparejas, compañeros de trabajo y posibles empleadores.
Debido a esto, algunos usuarios optan por utilizar las configuraciones de privacidad en su página de facebook. De esta manera, solamente sus amigos y las personas aprobadas tienen acceso a esta información. ¿Resuelto el problema? No tan rápido? porque otros estudios recientes revelan que no solo tus likes, sino que también tu actividad en Facebook es capaz de descubrir ciertos rasgos de tu personalidad.
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LA SICOLOGÍA DE FACEBOOK
No se debe generalizar y siempre es necesario analizar la información en contexto, pero de acuerdo con un estudio reciente llevado a cabo en Estados Unidos, si tú constantemente:
1. “Subes” a tu página una foto o un video del que todo mundo comenta. Te gusta ser el centro de atención y necesitas que los demás te consideren en el plano social. Muchas veces te importa menos la información que compartes, que la idea de tener una audiencia. Es por eso que podrías estar enviando mensajes que, aunque sean “calientes” o de actualidad, nada tienen que ver con tus actitudes o creencias. Algunos de tus amigos optan por ignorar la avalancha de información, ya que les resulta abrumadora.
2. Haces alarde de tus logros o de tu maravillosa vida. En Estados Unidos se vende una camiseta con esta frase: “Ojalá que tu vida sea tan fabulosa como nos quieres hacer creer en Facebook”. Irónicamente, hacer cualquier tipo de alarde revela todo lo contrario, asegura el sicólogo y experto en los medios sociales estadounidense Joseph Cilona. Esto es un fuerte indicador de que la persona sufre de inseguridad y baja autoestima, y que tiene una gran necesidad de la aprobación ajena. Su ostentación, más que admiración, despierta sospechas. Ojo: esta actitud también está asociada con la persona narcisista o superficial.
3. Navegas por las páginas de Facebook de tus amigos, aunque nunca “subes” información personal. Estás interesada en los otros, pero mantienes una actitud distante y reservada, tal vez vez por timidez, o quizás porque eres muy selectiva a la hora de compartir tu mundo interior. Prestas genuina atención a los demás y retienes la información que recibes de ellos. Eres detallista, sensible y generosa. ¡Tus amigas te cosieran la mejor oyente del mundo! Por otro lado, a veces resultas demasiado misteriosa o enigmática
4. Compartes hasta lo más íntimo de tu vida. Tal vez seas como muchas personas que, literalmente, no dan un solo paso, por insignificante que sea, sin ponerlo en Facebook: “Fui al supermercado” “Visité el dentista”. A menos que a la salida del dentista hayas tenido un encuentro con un extraterrestre, la realidad es que esa no es una ocasión que requiera ser “inmortalizada”. Con esta actitud creas la impresión de que nada interesante ocurre en tu vida o que padeces de un fuerte caso de aburrimiento. Por eso, quizás, buscas “compañía” virtual.
5. Solo te comunicas por Facebook. Si prefieres el contacto por Facebook, pues reunirte con amigas o hablar por teléfono te da “flojera”, eres una persona solitaria, que prefiere su propia compañía a la de los demás. pero las relaciones visuales no pueden, por lógica, ser tan profundas y plenas como las que sostenemos en persona. Si deseas enriquecer tu vida y disfrutar más de tu vida social, reanuda el contacto humano y dosifica tu actividad en línea.
6. Te acusan de que revelas demasiada información. Nada es privado: ni tu divorcio, ni la fiesta donde te pasaste de copas, ni la pelea que tuviste con tu ex jefe. Tú te consideras una persona abierta, genuina y honesta. Pero muchas personas dudan de tu discreción y limitan su contacto contigo. Por otra parte, ¿es sabio ventilar tu vida para el consumo público? ¿Qué piensan tu pareja, tus hijos y tus amigas cuando, al hablar de ti, inevitablemente los expones al escrutinio de los demás? ¿ Has pensado en tu seguridad y en la de ellos? Después de comprobar cómo una simple página en Facebook “habla” de ti, quizás descubras que es más prudente controlar la cantidad y la calidad de la información que pones en ella.
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