Los datos más curiosos sobre estos 3 vestidos de novia “raros” llevados por las royals británicas

Dentro de la larga lista de atuendos nupciales de los que hemos podido ser testigos a lo largo de la historia, existen algunos que más allá de haber destacado por su glamour, lo hacen por su “rareza”

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El vestido de novia de la reina Isabel II fue uno de los menos convencionales en la historia de los Windsor

Getty images

Al hablar de bodas reales es inevitable resaltar la variable del vestido de la novia como uno de los aspectos más importantes respecto al gran evento, ya que muchas veces es este elemento el que otorga todo el porte y misticismo a las fotografías que resultan del gran día.

Muchos de estos diseños vestidos por las royals a través del tiempo incluso han llegado a formar parte de importantes colecciones, debido a diferentes factores, entre los cuales se destacan: el valor simbólico de la pieza, la exclusividad del diseñador o bien por su falta de convencionalidad.

Así que, tomando en cuenta esta última característica, a continuación te presentamos los 3 vestidos de novia reales más “raros” que lograron capturar la atención de todos y pasar a la historia como piezas nupciales únicas.

El vestido de novia la Reina Madre con más de una cola

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El vestido de la Reina Madre contó con un diseño de doble cola que impactó a todos

IUG/Getty

Sin duda, uno de los vestidos de novia de la realeza menos convencionales fue el Isabel Bowes-Lyon, major conocida como la Reina Madre, debido a que la silueta resultó toda una novedad para la época, ya que esta imitaba los trazos popularizados en los 20’s por la icónica Coco Chanel.

Además de su moderno diseño, el vestido de novia de la abuela del rey Carlos III se destacó del resto por poseer no una, sino dos colas.

El vestido de novia Isabel II con más de 10 mil perlas incrustadas

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La boda de la Reina Isabel y Felipe de Edimburgo es uno de los eventos reales más recordados

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Otra boda real que pasó a la historia por ser completamente diferente a las demás fue la de la reina Isabel II, quien se casó en 1947 con Felipe de Edimburgo, en una ceremonia que resultó extremadamente especial por ser la primera de este tipo en celebrarse en Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial.

Resulta que para adquirir su vestido de novia, la princesa Lilibet fue guardando sus cheques de racionamiento en el ejército, para finalmente elegir un modelo confeccionado por el diseñador de la corte británica de aquel entonces, Norman Hartnell, quien insertó en su diseño cristales y más de 10 mil perlas importadas de Estados Unidos, además de un bordado repartido por toda la pieza que hacía alusión a todos los países de la Commonwealth.

El vestido de novia rosa de Lady Gabriella Windsor

Thomas Kingston y Lady Gabriella Windsor

Lady Gabriella Windsor contrajo matromonio con Thomas Kingston

Archivo

Dejando atrás la tradición nupcial de vestir de blanco, la hija del príncipe y la princesa Miguel de Kent y María Cristina de Reibnitz escogió para su boda un vestido en color rosa pálido con sutiles capas de tul rosa y marfil diseñado por la modista de sociedad italiana Luisa Beccaria, algo que, definitivamente, logró llamar la atención de todos los seguidores de la realeza.

Apasionada de toda intersección entre el cine, la moda, el arte, la cultura pop y cualquier ficción creada por mujeres. Me gusta encontrar nuevas formas de contar lo que ya se ha dicho.
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