Belleza y nobleza

Belleza y nobleza

La presencia de Carlota Casiraghi comunica el espíritu de la mujer elegante y contemporánea

Heredera de un legado de nobleza y distinción, amante de los caballos y de la moda

Nada fácil es el proceso de transformarse de niña en mujer. Más aún para quienes viven bajo el asedio de los paparazzi. Carlota Casiraghi nació en Mónaco en 1986; durante 25 años la hemos visto crecer y convertirse en digna heredera de su abuela, la princesa Grace de Mónaco, y de su madre, la princesa Carolina, sin olvidarnos de su padre, el hombre de negocios italiano Stefano Casiraghi, quien contribuyó a inyectarle atractivo a la mezcla genética, con la cual se produjo un hermoso resultado.

A pesar de que su familia intentó proteger su vida privada, hemos visto crecer a Carlota: de una preciosa bebé pasó a ser una simpática niña, una atractiva adolescente y, después, una bellísima mujer. Tras la trágica muerte de Stefano -en un accidente en el mar- cuando Carlota tenía solo 4 años de edad, Carolina se mudó con sus hijos de Mónaco a Saint Remy y fue allí -lejos de los paparazzi- que la niña se inició en lo que habría de convertirse en una de sus grandes pasiones: la hípica, que practica actualmente.

Ese deporte la llevó a Frida Giannini, directora creativa de Gucci, quien diseñó algunos de los trajes de montar de Carlota. Ambas comparten el amor por la hípica, afinidad con la que se creó un puente que culminó el pasado marzo, cuando Carlota se estrenó oficialmente como el rostro de Gucci. Según Giannini, la joven heredó el estilo de su madre y de su abuela: “No sólo encarna la belleza y la gracia de lo ecuestre, sino que es una maravillosa embajadora del deporte. He aprendido a apreciar su innata habilidad a la hora de combinar las tradiciones familiares con una actitud moderna excepcional”. Ese equilibrio del cual parece estar dotada Carlota es un ingrediente esencial tanto en el deporte como en la vida pública de una mujer de su posición.

Durante los próximos dos años veremos a Carlota a través del lente de cuatro fotógrafos reconocidos internacionalmente. La campaña inicial de Gucci contó con el talento artístico de Peter Lindbergh -aún no se sabe quiénes serán los otros tres-, quien situó a la joven en el contexto de un establo, donde su naturalidad con los caballos se aprecia tanto en las imágenes como en el video de la filmación; en un momento, Carlota besa la cabeza de un caballo con ternura. Esa relación también evoca la inspiración de Guccio Gucci, fundador de la casa, otro apasionado de la hípica; él incorporó el rojo y el verde como remate de las maletas por los arreos que se usaban en los años 50. Esos colores aparecen en los pañuelos y las capas de la colección que Carlota lleva con soltura.

FOTOGALERÍA: EL ESTILO DE CARLOTA CASIRAGHI

Otra conexión con Grace y Carolina es que en su momento ambas se han movido con igual desenvoltura ante lentes famosos. Sin duda, este no es el primer encuentro entre Carlota y fotógrafos famosos: Karl Lagerfeld la ha retratado desde hace tiempo. En las imágenes que le tomó Mario Testino el año pasado expresaba su lado más sensual. Aunque por lo general la vemos maquillada con gran discreción, en esas fotos publicadas el pasado septiembre apareció con los ojos intensamente pintados y el pelo revuelto: el lado más sexy de la heredera de un linaje que siempre se ha caracterizado por comunicar elegancia y cierta distancia del mundanal ruido.

En casi todo momento hemos visto a Carlota rodeada de su familia; hasta entrada la adolescencia contó con la presencia de su abuelo, el príncipe Rainiero, como patriarca. Tras la muerte de Rainiero en el 2005, su tío, el príncipe Alberto, ascendió al trono y es la cabeza de la familia. De hecho, recientemente Carlota llegó al Baile de la Rosa escoltada por el soberano. El año anterior, cuando los Grimaldi estaban de luto por el fallecimiento de la princesa Antonieta -hermana mayor de Rainiero-, Carlota, acompañada de sus hermanos Andrea y Pierre Casiraghi, representó a la familia en esa gala; sin embargo, este año Andrea y Pierre no participaron en el evento y la princesa se mantuvo bastante distante de su hija.

Ya sabemos que las relaciones entre madre e hija pueden ser tensas, principalmente cuando las jóvenes crecen y toman decisiones que les parecen desacertadas a sus progenitoras. Pero ellas están en el proceso de vivir y, al igual que cuando aprenden a caminar y se caen, pueden tomar decisiones equivocadas con las cuales aprenderán una lección necesaria para sus vidas. El caso es que esas aparentes desavenencias también mantuvieron a Carolina distante de su hija en la más reciente competencia ecuestre en la cual participó Carlota: en Barbizon, Francia. Por primera vez desde que su hija compite, Carolina no la acompañó ni tampoco estaba la pequeña princesa Alejandra, la hija menor de Carolina con el príncipe Ernesto de Hannover.

Se rumora que madre e hija no han logrado llegar a un acuerdo sobre el romance que Carlota tiene con Gad Elmaleh, artista y comediante francés, licenciado en ciencias políticas, de origen marroquí, quien es 15 años mayor que Carlota y tiene un hijo de 11 años: Noé. La pareja se conoció a finales de 2011 en casa de unos amigos mutuos en París. Semanas más tarde, ella rompió la relación que había mantenido con Alex Dellal desde hacía más de cuatro años. Desde principios de año Carlota y Gad han compartido con regularidad; se les vio juntos en New York con motivo del rodaje de Le capital, bajo la dirección de Costa-Gavras, película en la que actuó Elmaleh. Ya la habíamos visto a principios de año saliendo del apartamento del actor en París y en una cena acompañada por los padres y el hijo de él. En el torneo en Barbizon, estuvieron Elmaleh y Noé apoyándola.

Por su parte, Carlota no ha dejado de estar en acción: asistió al Cartier International Dubai Polo Challenge; participa en todo lo relacionado con el lanzamiento de la campaña Forever Now, de Gucci, y en abril, viajó a New York para otro evento de Cartier, en el Skylight Studio. Una mujer contemporánea que se desplaza alrededor del mundo para llevar a cabo sus labores, mientras intenta evitar el asedio de los paparazzi. Y en una acción que recuerda a otras tomadas por Carolina, a principios de año Carlota inició una demanda contra las revistas Closer y Paris Match. Su abogado Alain Toucas, usando el ejemplo de la princesa Diana, adujo que Carlota temía por su vida. Y ganó, con lo que espera proteger su privacidad.

FOTOGALERÍA: EL ESTILO DE CARLOTA CASIRAGHI

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