La decisión del rey Carlos III de retirar los títulos a su hermano, el expríncipe Andrés, ha sacudido los cimientos de la familia real británica. Más allá del impacto para el propio Andrés, la medida podría tener consecuencias emocionales y simbólicas para sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, quienes se estarían enfrentando a un futuro incierto dentro y fuera de la monarquía.
Un golpe para la familia más unida de la realeza
Pese a conservar sus tratamientos de alteza real, la sombra del escándalo de su padre vuelve a proyectarse sobre Beatriz y Eugenia. De acuerdo con lo explicado por Alisa Anderson, exsecretaria de prensa de la reina Isabel II, en una declaración recogida por “People”, la situación tendrá un efecto devastador para ambas. La familia, muy unida siempre, ha encontrado fortaleza en su vínculo. Sarah Ferguson, madre de las princesas, ha llegado a declarar que entre ellas se hacen llamar “tripié” por la forma en la que se sostienen mutuamente.
Sin embargo, la pérdida de títulos de Andrés y su salida de Royal Lodge, residencia en la que vivió por años con Sarah a pesar de su divorcio, significan una ruptura profunda en su entorno familiar. Mientras él se muda a una propiedad en Sandringham financiada privadamente por el rey, Sarah también emprenderá un cambio independiente, renunciando formalmente al uso del título “duquesa de York”.
¿En riesgo de perder sus títulos?
Aunque no son miembros activos de la monarquía, Beatriz y Eugenia se han esforzado por mantener un equilibrio entre su rol institucional y su vida personal.
Beatriz, casada con Edoardo Mapelli Mozzi, se ha convertido en madre de Siena y Atena, así como de Wolfie, hijo de la anterior relación de Edoardo.
Por su parte, la princesa Eugenia ha formado una familia con Jack Brooksbank, con quien procreó a dos hijos: August y Ernest, a quienes mantiene lejos del foco mediático.
El retiro de los títulos de su padre podría alejarlas aún más del corazón de la monarquía, consolidando su posición como royals a la sombra, pero sin funciones oficiales. Aun así, es probable que Beatriz mantenga un papel relevante como consejera de Estado, figura que puede asumir deberes constitucionales si el rey se ausenta o enferma.
Aunque las princesas mantendrán sus títulos, el retiro de honores de su padre podría tener un impacto a largo plazo en la percepción pública y el lugar de su rama familiar dentro de la casa de Windsor.
En el caso de Beatriz, además de su título, heredó nobleza italiana al casarse con Edoardo, lo que le otorga a sus hijas títulos de “nobile donna”, factor que reforzaría su conexión con la aristocracia europea.
¿Qué pasará con las princesas Beatriz y Eugenia?
Pese a los cambios que rodean a su padre, las princesas seguirán siendo sus altezas reales, princesa Beatriz y princesa Eugenia de York. Esto se debe a las Patentes Reales de 1917, que establecen que los hijos e hijas de un hijo varón de un monarca británico tienen derecho a ese tratamiento.
Sin embargo, en la práctica, su papel dentro de la monarquía se verá aún más limitado. El rey Carlos busca una realeza más reducida, centrada en los miembros activos, por lo que las hijas del duque de York probablemente mantendrán un perfil bajo, enfocado en sus proyectos personales y su vida familiar.
Aunque el vínculo de sangre las mantenga dentro de la realeza, las princesas Beatriz y Eugenia enfrentan una nueva etapa marcada por el distanciamiento y la reconstrucción familiar. El retiro de títulos a su padre no solo define la posición del duque de York, sino también el papel que sus hijas jugarán en una monarquía que busca proteger su reputación a toda costa.