Mucho más que cualquier declaración, porque se refleja con espontaneidad el amor y la ternura que le inspira Kate al príncipe William
Cuando dos personas se sienten cómodas juntas se ve claramente en sus expresiones corporales, en la manera como se acercan el uno al otro, como si estuvieran impulsados por un imán. No son gestos estudiados, ni forman parte del protocolo. Son una proyección de los sentimientos, de la intimidad que comparten, de la ternura que les provoca la persona con quien se han unido.
El lenguaje del amor
Cada pareja lo define según la personalidad que tienen ambos. El tomarse de las manos, mirarse a los ojos, compartir comentarios cómplices... es algo evidente en la relación de los duques de Cambridge. En las imágenes podemos ver cuando el príncipe William le abotona la chaqueta a su esposa Kate para protegerla del viento, mientras ella lo observa con ternura o cuando él la abraza risueño.
De igual forma, resulta muy claro cuando dos personas que están unidas formalmente no comparten esta comunicación, porque la distancia entre ellos se multiplica. ¿Un buen ejemplo? Los príncipes de Mónaco después de casados. La pareja, cuando eran novios, se mostraba más cariñosa... ¿Qué habrá pasado?
