Las 3 piezas de Cartier que no pueden faltar en los joyeros de la realeza

No es coincidencia que estas 3 piezas de joyería estén en prácticamente todos los alhajeros de las royals...

Piezas de joyería de la realeza

Kate Middleton con el collar Cartier de la reina Isabel

Max Mumby/Indigo/Getty Images

La casa joyera francesa fundada en 1847 por Louis Francoise Cartier se ha convertido con el paso de los siglos en la favorita de la realeza y uno de sus mayores proveedores en tiaras, anillos, collares y un largo etcétera.

Los tesoros creados por este prestigioso taller hoy conforman gran parte de las joyas de la corona en casi todas las monarquías reinantes del mundo, pero también es cierto que hay piezas de su catálogo que están disponibles para el público en general que por supuesto pueda pagar por ellas.

Entre ellas están 3 joyas que muchas royals usan de diario y son un must para cualquier look de día o de noche. Tomen nota.

La pulsera Love Cartier es un clásico de Cartier creada en 1969 por el diseñador italiano Aldo Cipullo que pensaba en ella como una tipo “esposa” moderna que representa la permanencia del amor verdadero pues se necesitan de dos personas para asegurar sus dos tornillos. Esta joya disponible en siete tamaños ha ido de generación en generación ganando a su paso verdaderos fans.

Es el brazalete más popular de Cartier y casi todas las royals la tienen. Por ejemplo las princesas Mary de Dinamarca, Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, Meghan Markle y Marie Chantal la tienen en oro amarillo. Madeleine de Suecia y Olympia de Grecia además de tenerla en oro amarillo, también la tienen en oro blanco.

La segunda pulsera más popular de la casa francesa es la Just un Clou que no es otra cosa que un calvo abrazando la muñeca. Al igual que el brazalete Love, éste también fue creado por Aldo Cipullo. Con un toque industrial y más moderno, su relanzamiento en 2012 fue todo un éxito. Celebridades, magnates y por supuesto la realeza también se rindió al clavo más sofisticado del mundo.

Edoardo Mapelli Mozzi le regaló este brazalete en oro amarillo a la princesa Beatriz cuando todavía eran novios y fue una señal de que lo suyo iba en serio. El mismo modelo y en el mismo color también se lo hemos visto a Charlotte Casiraghi.

Los relojes de Cartier también son apreciados como verdaderas joyas. El modelo más popular es de la colección Tank y hay tres modelos que verdaderamente fascinan a nuestras queridas royals. El primero es el más sencillo y económico de todos con correa de piel en negro, corona perlada, agujas de acero azulado y carátula de acero. El Tank Must es perfecto para el diario. La princesa de Diana de Gales lo llevaba siempre. No importaba si iba al Gym, jugaba tenis o salía a recoger a sus dos hijos, los príncipes William y Harry. La actual reina Camilla, la reina Máxima de Holanda y la princesa Mary de Dinamarca lo lucen frecuentemente en su muñeca izquierda.

Otra versión es el Tank Fransoas pequeño elaborado en acero octogonal, agujas de acero azulado y un cristal de zafiro a un costado. Éste lo tiene Meghan Markle y se lo compró cuando recibió la confirmación que la serie Suits, donde trabajaba, tendría una tercer temporada. Pidió que lo grabaran con un “Para M.M de M.M” y se planteó regalarse a su hija algún día.

Con el paso de los años el destino quiso hacerle llegar la versión en oro amarillo que perteneció nada más y nada menos que a la princesa Diana. Sí, el modelo Tank Francaise de cuarzo con la caja de oro amarillo de 18 kilates que perteneció a Lady Di lo heredó el príncipe Harry al fallecer su madre y obvio cuando se casó con Meghan, fue un regalo para su esposa.

Actualmente Meghan no se lo quita para nada y lo suele llevar con su brazalete Love de oro amarillo a juego. La princesa Mary, clienta frecuente de Cartier también lo tiene.

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