La Navidad en la realeza británica, así como en el hogar de muchas personas en el mundo, suele ser sinónimo de unión, tradiciones y momentos en familia. Sin embargo, este 2025 podría no ser así. De acuerdo con reportes de medios internacionales, el rey Carlos estaría decidido a excluir al príncipe Andrés y Sarah Ferguson de las festividades navideñas oficiales. Este aparente veto llega luego del escándalo de correos en los que la duquesa mantuvo correspondencia cercana con Jeffrey Epstein, una situación que podría avivar tensiones internas y la presión del rey por proteger la imagen institucional.
Sarah Ferguson y el escándalo
El motivo detrás de esta posible exclusión se relaciona con un intercambio de correos de 2011 en los que Sarah se refería a Epstein como un “migo supremo y constante”. Estas revelaciones han generado un fuerte cuestionamiento hacia la duquesa de York, pues contradicen su versión de un distanciamiento absoluto con el magnate.
Las consecuencias no se hicieron esperar; de acuerdo con informes de medios británicos, varias fundaciones han decidido cortar lazos con ella y, dentro de la realeza, el tema ha vuelto a encender las alarmas sobre la cercanía del príncipe Andrés y su exesposa con el entorno de Epstein.
Lo que implica para la familia real
La vanidad en Sandringham no solo representa una festividad íntima, sino también un escaparate público que refuerza la imagen de estabilidad y continuidad de la monarquía. Al excluir a los duques de York, el rey Carlos estaría anunciando un mensaje claro: la Casa Real busca deslindarse de cualquier polémica que afecte a su reputación.
Para Andrés y Sarah, esta decisión resultaría perjudicial. Aunque desde hace años han perdido cierto protagonismo en los actos oficiales, quedar fuera de las celebraciones navideñas más tradicionales confirmaría su creciente aislamiento dentro de la familia.
Rumores y escenarios posibles
Por ahora, Buckingham no ha emitido un comunicado oficial, razón por la que muchas incógnitas permanecen en el aire, como si la exclusión sería total o parcial, pues hay quienes creen que podrían participar solamente a misa, mas no a la comida familiar. La postura de las princesas Beatriz y Eugenia es otra gran interrogante, pues hasta el momento no se sabe si ellas estarían o no invitadas al evento. Y una de las más contundentes: ¿esta es una medida puntual para este año o será una decisión a largo plazo para proteger la imagen de la corona?
Mientras algunos expertos creen que el rey Carlos III busca blindar el discurso navideño de este año y mantener el enfoque en la unidad de la realeza, sin que ningún escándalo externo eclipse la celebración, hay quienes apuestan a que este año marcará un antes y un después en las tradiciones de la familia Windsor.