La disautonomía es una enfermedad que afecta el sistema nervioso autónomo, encargado de regular de forma automática las funciones básicas del organismo, como la presión arterial, la digestión, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, entre otros procesos.
Cuando el sistema nervioso autónomo (SNA) se ve comprometido, pueden surgir diversos síntomas que varían en intensidad según cada individuo. Para dimensionar la magnitud del problema conversamos con Ana Isabel Celorio, cofundadora de la Fundación Zocul. y la doctora Laura Cristina Muñoz Bravo, especialista en Rehabilitación y Medicina Física.
Celorio nos platico, de viva voz, qué implica tener disautonomia, así como los años que demoraron en darle un diagnóstico correcto.
¿Cuáles son los síntomas de la disautonomía?
Los síntomas de la disautonomía son variados y pueden afectar a diferentes sistemas del cuerpo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Mareos y desmayos: Muchos pacientes experimentan una sensación de mareo o incluso llegan a desmayarse debido a la falta de regulación adecuada del flujo sanguíneo.
- Hipotensión ortostática: Esta condición implica una caída brusca de la presión arterial al ponerse de pie, lo que puede ocasionar mareos o desmayos.
- Taquicardia o bradicardia: La disautonomía también puede afectar el ritmo cardíaco, causando palpitaciones anormales o una frecuencia cardíaca inusualmente baja.
- Problemas digestivos: Algunos pacientes pueden experimentar dificultades en la digestión, como reflujo ácido, náuseas, vómitos o estreñimiento.
- Cambios en la temperatura corporal: La regulación de la temperatura corporal puede verse afectada, lo que puede provocar intolerancia al calor o al frío extremo.
Pero eso no es todo, algunos pacientes presentan encefalitis (dolorosa inflamación del cerebro) o incontinencia. Como los síntomas son tan diversos, puede confundirse con otras enfermedades y, por lo tanto, recibir un tratamiento no adecuado.
¿Cómo se diagnostica y trata?
El diagnóstico de disautonomía es complejo. Un médico especialista en rehabilitación cardiaca puede realizar pruebas para evaluar el funcionamiento del sistema nervioso autónomo, como pruebas de inclinación, monitoreo de la presión arterial y análisis de la respuesta del corazón ante diferentes estímulos.
En cuanto al tratamiento, no existe una cura definitiva, pero existen diferentes enfoques para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Estos pueden incluir:
- Medicamentos: Algunos medicamentos pueden ser prescritos para controlar la presión arterial, regular el ritmo cardíaco o aliviar otros síntomas específicos (como un probable estreñimiento).
- Cambios en el estilo de vida: Adoptar una dieta saludable, evitar el estrés, mantenerse hidratado, consumir sodio con moderación y realizar actividad física moderada pueden ayudar a controlar los síntomas.
- Leggings: Las medias o calcetines de alta compresión , ayudan a la circulación.
Recuerda, los médicos generales no siempre pueden identificar las causas de la disautonomía, pero a veces se desarrolla después de un traumatismo o un virus. Si quieres conocer más del tema y pasar un momento divertido, sigue las redes de Fundación Zocul, organización que realiza múltiples jornadas de concientización (que incluyen divertidas actividades).
La disautonomía es una enfermedad que puede afectar a la calidad de vida de las personas que la padecen. Si crees que puedes tener disautonomía, es importante que busques ayuda profesional para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
