El iluminador puede ser ese producto mágico que transforma tu rostro en segundos o uno que arruina tu look si se aplica mal. Y es que no se trata de brillar por brillar, sino de ubicar estratégicamente el glow para resaltar lo mejor de tu rostro y suavizar rasgos con un efecto de juventud natural.
En 2025, la tendencia es clara: menos brillo saturado, más luminosidad inteligente. Es decir, un iluminador bien colocado puede darte un efecto lifting, piel fresca y mirada descansada, sin necesidad de maquillaje pesado. ¿Quieres saber cómo lograrlo? Aquí te compartimos las tres zonas clave para aplicar iluminador si lo que buscas es verte más joven y radiante.
Cómo maquillarte para crear un efecto rejuvenecedor
1. En lo alto del pómulo (sin subir hasta la sien)
Colocar el iluminador justo encima del rubor, en el hueso del pómulo, ayuda a levantar ópticamente el rostro y a crear un efecto de volumen saludable. Eso sí: evita extenderlo hasta la sien, ya que demasiado brillo en esa zona puede marcar líneas de expresión.
Usa un iluminador satinado (no glitter) en tonos champagne o dorado suave si tienes piel cálida, o rosado perlado si tu tono es frío. La clave es que parezca parte de tu piel, no un reflejo metálico.
2. En el lagrimal y parte alta del párpado móvil
Una pequeña cantidad de iluminador en el lagrimal y el centro del párpado crea un efecto de mirada más despierta, luminosa y juvenil. Es un truco que funciona incluso sin sombra ni delineado.
Si tienes párpados caídos o mirada cansada, este paso suaviza la expresión y atrae la luz hacia tus ojos.
Este toque de luz también es útil si no quieres llevar mucho maquillaje en los ojos. Incluso sin rímel ni delineador, un poco de iluminador en esta zona puede dar un efecto de buena cara inmediata, como si hubieras dormido perfecto o regresaras de unas vacaciones. Además, el reflejo sutil en el párpado móvil ayuda a dar dimensión a la mirada sin endurecerla, lo cual es clave si estás evitando sombras muy oscuras o acabados mates que suelen envejecer visualmente.
3. En el arco de Cupido (y un toque en el centro del labio inferior)
Resaltar el arco de Cupido con un toque de iluminador ayuda a definir mejor los labios, hacerlos ver más voluminosos y darle frescura a tu sonrisa. Aplicar un poco en el centro del labio inferior también da un efecto más jugoso.
Úsalo con labiales satinados o tipo gloss, que no sequen los labios ni resten naturalidad al conjunto.
El glow estratégico no se trata de cubrir el rostro de brillo, sino de aplicar luz donde el rostro naturalmente la refleja. Al enfocarte en estas tres zonas, puedes crear un efecto de juventud instantáneo, sin parecer maquillada en exceso. Recuerda que, a veces, menos es más, sobre todo cuando se trata de resplandecer con estilo.