A veces creemos que el pelo maltratado es solo cuestión de puntas abiertas o decoloraciones agresivas, pero en realidad son pequeños hábitos diarios los que pueden opacar tu melena y darle una apariencia seca, quebradiza o sin movimiento. Lo mejor es que la mayoría tienen solución rápida y no requieren productos caros, sino un poco de atención a tu rutina. Aquí te contamos los seis errores más comunes que hacen que tu pelo parezca más dañado de lo que está y cómo corregirlos.
Evita estos descuidos para presumir un cabello saludable y brillante cada día
1. Lavarlo todos los días
Aunque el champú te da sensación de limpieza, lavar el cabello a diario elimina sus aceites naturales, que actúan como barrera hidratante. Esto provoca que se reseque, se vuelva poroso y pierda brillo.
Solución: alterna tu lavado cada 2–3 días. Si sientes el pelo “sucio”, prueba un champú en seco o acláralo solo con agua.
2. Frotar el cabello con la toalla
En busca de secarlo rápido, muchas frotamos el pelo con fuerza dentro de la toalla, abriendo la cutícula y generando frizz o rotura.
Es mejor que exprimas suavemente el agua con las manos y envuelve el cabello en una toalla de microfibra o una camiseta de algodón para absorber la humedad sin daño.
3. Cepillarlo con fuerza o con peine inadecuado
El cepillado brusco, sobre todo en cabello húmedo, provoca quiebres y puntas abiertas. Y usar peines de dientes muy finos sobre pelo grueso genera tirones.
Solución: desenreda siempre con un peine de púas anchas, comenzando por las puntas y subiendo hacia la raíz con movimientos suaves.
4. Aplicar calor sin protección
Plancha, secadora y rizadora son herramientas útiles… pero el calor directo deshidrata y debilita la fibra capilar, dejándolo opaco y frágil.
Antes de cualquier styling, pulveriza un protector térmico. Usa la temperatura mínima necesaria y alterna con secado al aire.
5. Saltarse los cortes de puntas
Dejar crecer el cabello sin recortar las puntas cada 8–12 semanas genera puntas abiertas que “suben” por la hebra, dando un aspecto desaliñado.
Solución: programa un recorte ligero de puntas con tu estilista cada 2–3 meses para mantener un acabado saludable.
6. Dormir sin proteger la melena
Dormir sobre sábanas de algodón puede causar fricción y enredos nocturnos, que terminan en quiebres y frizz al despertar.
Es mejor usar funda de satén o seda, o recoge tu cabello en una trenza suelta o un moño alto con un scrunchie suave.
Tu cabello puede lucir brillante y vital simplemente evitando estos errores cotidianos. Con un poco de cuidado —desde el lavado hasta la forma de dormir—, tu melena recuperará su textura, su brillo y su movimiento natural, sin necesidad de tratamientos costosos. Porque mantener un pelo sano empieza por prestar atención a los gestos más simples del día a día.