Las uñas de gel se han convertido en el mejor aliado de las mujeres que somos fanáticas de lucir un manicure impecable siempre, pues esta popular técnica logra que el “esmalte” dure más, aportando un brillo sofisticado. Sin embargo, no están exentas de errores; si no se aplican de la forma correcta o no se les da el cuidado adecuado, estas pueden desprenderse, romperse e incluso provocar un daño sobre nuestra uña natural.
Evitar estos problemas es muy sencillo, y solo basta seguir los consejos profesionales de manicuristas y expertos en nail art para ayudar a que nuestro manicure dure más y nuestras manos luzcan radiantes por mucho tiempo.
Elige una aplicación profesional de calidad
EL primer paso para asegurar que tus uñas de gel duren más tiempo es acudir con un especialista que trabaja con productos certificados y técnicas adecuadas. El uso de las herramientas correctas es un factor vital para garantizar tu salud, así como la duración de las uñas. Algunos profesionales retiran la cutícula de las uñas para una mejor adherencia de producto, por lo que utensilios como las tijeras o el empujador deberían estar esterilizados y en condiciones de uso seguro para tu bienestar. Tu manicurista debe tener conocimiento sobre su profesión, pues una mala aplicación puede generar burbujas de aire o capas mal curadas que propicien el levantamiento del producto.
Hidrata tus cutículas y uñas hidratadas
Las uñas de gel, así como la preparación para propiciar la adherencia del producto, también pueden provocar resequedad en la placa ungueal. Usa aceites para cutículas y cremas hidratantes diariamente; esto evitará mantener flexible la zona, evitando quiebres, mientras contribuye al crecimiento saludable de la uña natural. Ojito aquí: dentro del proceso de preparación de la uña, es vital no recurrir al uso de estos productos, pues estos repercuten en la correcta adherencia del gel.
Correcta preparación de las uñas
De la mano con el punto anterior, otro de los factores que provocan el levantamiento o quiebre prematuro de las uñas de gel es una mala preparación de la uña. Las manicuristas, antes de aplicar el gel, deben alistar la uña para trabajar sobre ella: retirar cutículas con cuidado de no lastimar o provocar cortes; retirar la capa de brillo de la uña, esto sin limar en exceso o retirar capas de la superficie de la uña; colocar correctamente los bond o preparadores, pues estos serán los que ayuden a que el gel se adhiera a la uña; aplicar una base, color con un correcto curado y, finalmente, el top para proteger el color.
Evita el contacto con el agua de forma prolongada
La humedad propicia que el gel se haga blando, provocando que se levante, especialmente cuando este ya ha sufrido levantamientos. Ojo, esto no quiere decir que al tener contacto con el agua tu manicure se verá afectado; sin embargo, factores como una mala preparación o incluso un trabajo mal realizado pueden propiciar que, al estar tus manos en constante contacto con el agua, tu gel se desprenda más fácilmente.
Evita usar las uñas como herramienta y no te las desprendas
No nos mientas, cuando has estado frente a la situación de levantamiento o desprendimiento, comienzas a arrancar el producto. Esto es un error garrafal, pues cuando jalas el producto, también estás desprendiendo capas de tu uña. Esto las irá debilitando y a la larga provocará que el producto sea menos capaz de adherirse a la uña. Otro error que solemos cometer es abrir envases, raspar con las uñas o manipular objetos duros con ellas; esto provoca rupturas y propicia el desprendimiento.
Las uñas de gel son la opción a la que recurrimos para lucir unas manos sofisticadas y presentables siempre; sin embargo, es vital propiciar sobre ellas el respectivo cuidado para mantener las uñas naturales saludables mientras lucimos diseños de uñas intactos y brillantes por semanas.