Cuál es el vínculo que unió la vida de María Callas y Jacqueline Kennedy

Las famosas, igual que nosotras, también enfrentan la misma disyuntiva de perdonar, o no, a sus parejas.

El triangulo amororoso de Jackie y Aristoteles Onassis y Maria Callas.jpeg

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¿Por qué mujeres famosas toleraban las humillaciones de sus parejas? Desde el icono de sensualidad por exelencia, Marylin Monroe, pasando por la estilosa Jackie Kennedy, hasta la talentosa María Callas, el vínculo que une la vida de estas mujeres es el amor (o la falta de amor propio).

Todas conocemos mujeres así. Y debo confesar que a veces las comprendo y otras no. Hay momentos en que se justifica perdonar en cuestiones de amor, pero cuando perdonar nos hace daño —y erosiona nuestra autoestima— puede ser muy peligroso y terrible para nuestra salud mental.

Mirando hacia atrás, hay casos de perdones casi trágicos, como el de la famosa cantante de ópera de origen griego María Callas.

María Callas fue una verdadera esclava del amor: amaba tanto a Aristóteles Onassis, ¡que hasta se dice que murió de tristeza a los 2 años de la muerte de este!

Todo esto a pesar de que Onassis —quien le llevaba 19 años y era un mujeriego profesional— la traicionó cuando se casó con Jacqueline Kennedy, sin decirle a ella —su amante oficial y supuesto amor de su vida por 15 años— una sola palabra. ¡Y la dejó abandonada sin la menor consideración!

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María Callas er hija de Evangelía Dimitriadis y George Kalogerópulos, una pareja de emigrantes griegos

La famosa cantante de ópera —famosa, rica y adorada por su público— había dejado a su marido por Onassis, y cuando era obvio que el matrimonio de este con Jackie era un fracaso... ella lo perdonó y lo aceptó de nuevo en su vida.

Y cuando “Ari” Onassis enfermó, la cantante iba al hospital cuando Jackie no estaba (y hasta le llevó una frazada roja de Hermès como regalo de cumpleaños, con la que el multimillonario murió arropado), para poder estar junto a Onassis hasta el último momento. ¡Pobre mujer!

Una anécdota cuenta que, arrepentido de lo que iba a hacer, Onassis llamó a la Callas dos días antes de casarse con Jackie y le pidió que fuera a Atenas. Dicen que abrigaba la esperanza de que María Callas lo hiciera y que una celosa Jackie suspendiera de inmediato la boda en la isla de Skorpios... ¡aunque nunca se ha sabido si esto fue verdad o no!

Lo que sí se sabe es que la futura esposa probablemente no se hubiera dado por aludida, aunque Aristóteles Onassis hubiera causado un terremoto para evitar una boda, porque a lo largo de su vida, Jackie había hecho del perdonar —o tolerar— parte de su inconmovible personalidad.

Su práctica ya la había perfeccionado con su primer marido, el presidente John F. Kennedy, a quien le perdonó muchas veces —o al menos se hizo la que no sabía nada— cientos de aventuras y un buen número de amantes. Jacqueline Bouvier Kennedy Onassis era conocida por su buena cabeza en cuestión de amores, y por saber exactamente lo que le convenía o no.

Jackie y John Kennedy el día de su boda.jpeg

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Y el mismo control que demostraba tener en su vida, su estilo al vestir, su imagen pública y su privacidad, lo tenía a la hora de seleccionar los hombres que deseaba tener a su lado. Con una frialdad absoluta, sin que las emociones salieran a la superficie, dicen que Jackie aprendió a perdonar, más bien por lo que esos amores le aportaban, tanto en situaciones sociales como económicas.

Cuando John Kennedy la comenzó a engañar, Jackie comprendió que era mejor perdonar que dejarlo. Y se dice que, desafortunadamente, cuando él fue asesinado, era un momento en que el matrimonio había encontrado una nueva armonía; se llevaban más amorosamente que nunca y los perdones de Jackie habían tenido resultados positivos.

Una belleza legendaria que perdonó una y mil veces en su vida fue Marilyn Monroe. En su caso, su amor propio estaba tan destrozado, que los muchos hombres que pasaron por su vida la usaban de forma terrible, y ella siempre los perdonaba y los volvía a aceptar.

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Se rumora que eso sucedió con el supuesto romance entre la actriz y el presidente John F. Kennedy, y también con su hermano, el fiscal general de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy, quienes la trataban muy mal y ella los perdonaba e incluso los buscaba.

Y ahora se sabe que el propio Arthur Miller, el famoso escritor y dramaturgo que fue su último esposo —y del que se supone Marilyn también estaba muy enamorada— al parecer la trataba fatal, se burlaba de ella, y le tenía muy poca compasión y paciencia.

Arthur Miller, quien quizás se enamoró de la estrella por su belleza, enseguida se cansó de sus inseguridades, y pasados los primeros meses de su matrimonio, incluso se burlaba de ella en público. ¿Y qué hacía Marilyn? ¡Perdonar y declarar su amor y admiración por el escritor!

Marilyn y Arthur se divorciaron en 1961, y en 1962, la actriz supuestamente se suicidaba. En 1964, el escritor presentó la obra de teatro, After the Fall, supuestamente basada en su vida con Marilyn, que fue muy criticada cuando fue estrenada poco más de un año después de la muerte de su ex mujer. Sobre la obra, un famoso crítico escribió que Miller había “explotado su relación con la actriz”.

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