La vida lujosa de las mascotas

La vida lujosa de las mascotas

No pocos animales, sobre todo perros, han sido nombrados herederos de las fortunas de sus devotos amos, además de los lujos con los que viven

Resulta extraño imaginarse a un animal paseándose en limusina, luciendo exuberantes joyas o comiendo en los restaurantes más lujosos de mundo, pero lo cierto es que muchos pueden permitírselo, ya que los dispendios de los multimillonarios llegan en ocasiones a la vida de sus mascotas.

Es habitual comprobar cómo el dinero aviva la excentricidad y algunas celebridades dedican fortunas a que sus mascotas mantengan su elevado estatus económico incluso cuando ellos no estén allí para verlo. Una decisión que no suele ser bien recibida por el resto de sus familiares y herederos.

FOTOGALERÍAS: LAS TIERNAS MASCOTAS DE LAS CELEBS

Uno más en la familia

Uno de los ejemplos más claros es el de Gail Posner, una de las mujeres más ricas de Florida, que falleció. a causa de un cáncer en 2010. Dejó 3 millones de dólares y una mansión en Sunset Island (Miami) a su chihuaha Conchita y a sus otros dos perros. El comprensible enfado de su hijo le llevó a declarar que su madre no estaba en plenas facultades mentales cuando realizó el testamento, pero de poco le sirvieron sus quejas.

Posner a menudo se jactaba del lujoso nivel de vida de sus mascotas. En 2007, en una entrevista para el diario New Times de Palm Beach, la millonaria describió la particular relación que tenía con sus perros, quienes visitaban cada semana un spa e iban ataviados con collares de diamantes de hasta 15 mil dólares.

Otro caso es el de Leona Hemsley y su perro Trouble, que heredó 12 millones de dólares en 2007. La anciana, de 87 años, poseía una fortuna inmobiliaria de más de 5 mil millones de dólares. Sus nietos rechazaron el testamento e impugnaron su decisión judicialmente. El juez decidió entonces que Trouble recibiría sólo 2 millones y sus nietos el resto del dinero.

Lo cierto es que la mala fama precedía a Helmsley, apodada por la prensa como “la reina de la maldad”. Una de sus frases más famosas fue: “Nosotros no pagamos impuestos, solo la gente corriente los paga”. Palabras que se le atribuyeron en 1989 tras ser acusada de evasión de impuestos.

Lauren Bacall con su perra Sophie

Estrellas con mascotas

Las celebrities más jóvenes también tiene en muy alta estima a sus mascotas y si no que se lo pregunten a Paris Hilton, quien llegó a construir una réplica de su mansión de Beverly Hills en miniatura para sus animales. Aunque lo más llamativo es que lanzara una marca de ropa para perros llamada Little Lily, en la que incluso se venden copias de vestidos lucidos en la alfombra roja de los Oscar en versión canina.

Son muchísimas las estrellas que no se despegan de sus mascotas y que las tratan como si fuesen sus hijos, desde la cantante Miley Cyrus, que presume en las redes sociales de tener una adorable cerdita, la actriz Eva Longoria o la tenista Serena Williams. Aunque uno de los más extravagantes era Michael Jackson, que trataba y vestía a su chimpancé como a un ser humano.

Este desmedido cariño es lo que empuja a los famosos a situar a sus animales en un sitio privilegiado en sus testamentos. La popular actriz Lauren Bacall, quien falleció a los 89 años el pasado 12 de agosto, no dudó en dejarle 10 mil dólares a su mascota Sophie, una perrita de raza Papillón. Pero la neoyorquina no se olvidó de su familia: sus hijos recibieron 26.6 millones de dólares y sus nietos otros 250 mil.

El también fallecido diseñador británico Alexander McQueen dejó una herencia aproximada de 82 mil dólares a sus perros en 2011 y la comediante, actriz y presentadora de televisión estadounidense Joan Rivers, desaparecida en septiembre, repartió 150 millones de dólares entre familiares y mascotas.

Animales de cine

Pero los animales no sólo pueden recibir una cuantiosa fortuna a través de un testamento, muchos han aumentado su patrimonio gracias a su propio trabajo. Es el caso de la orca de Free Willy, que consiguió elevados ingresos por su éxito en taquilla. Sin embargo, su dinero no le compró su libertad a tiempo, ya que en 1999, cuando se estableció que el animal volvería a la vida salvaje, tras una campaña respaldad por el millonario Craig Mc Caw, enfermó y murió.

El delfín Flipper, la mona Chita, el cerdito Babe o la perra Lassie también se labraron una buena carrera profesional, lo que hace recordar el uso que Hollywood ha hecho de los animales para rodar sus películas.

En cualquier caso, la popular expresión tener “una vida de perros” no puede aplicarse a estos “personajes”, ya que sus vidas en nada recuerdan a las imágenes negativas de canes atados en las azoteas con sólo un balde con agua. Hay mascotas que llegan a recibir el trato de una estrella de Hollywood.

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