Joyas que trajeron mala suerte

Joyas que trajeron mala suerte

Perlas, diamantes, rubíes... proporcionaron infelicidad a las dueñas de estas joyas, ya fueran royals o celebridades

A lo largo de la historia muchas reinas, princesas y celebridades han lucido extraordinarias joyas, símbolo de riqueza y estatus. Sin embargo, no todas fueron felices con lujosos obsequios. Una de ellas fue La Peregrina , una de las perlas más famosas del mundo, que a muchas de sus dueñas trajo mala suerte. La Peregrina es una perla perfecta en forma de pera, que por 500 años ha cambiado de dueños, desde que un esclavo africano la encontró en el siglo XVI en el golfo de Panamá.
Este es el sencillo collar de perlas que Marilyn Monroe recibió en 1954 de su segundo esposo Joe DiMaggio, el hombre que más la amó.
Catalina creía que la corona imperial ejercía sobre ella una influencia muy negativa.
Tiaras peligrosas. La tiara floral de Hannover les trajo mala suerte a Carolina de Mónaco cuando estaba casada con Ernesto de Hannover, y a Chantal Hochuli (su primera esposa). Las dos fracasaron en sus matrimonios con el príncipe.
El diamante negro Orlov . Esta piedra funesta perteneció a dos princesas rusas que se suicidaron.
Una vida llena de desgracias. Evalyn Walsh McLean fue dueña del diamante Hope y sufrió la muerte en accidente de uno de sus hijos y la enfermedad mental de otro.
También, Margarita de Austria, esposa del rey Felipe III, usó la perla La Peregrina . Después de ella, la lucieron las dos esposas del rey Felipe IV.
El diamante azul Hope fue funesto para la reina María Antonieta y el rey Luis XVI de Francia. Ella lo usó en su coronación y ambos murieron en la guillotina.
El actor Richard Burton compró La Peregrina en una subasta para dársela a su esposa Elizbeth Taylor, quien adoraba las joyas. La pareja tuvo una vida amorosa tormentosa; se casó y se divorció dos veces.
Un regalo de amor. Joe DiMaggio le dio a su esposa Marilyn Monroe un collar de perlas; pero la vida de la actriz fue muy triste y murió a los 36 años de edad.
Una corona hechizada . La emperatriz Catalina la Grande de Rusia jamás fue feliz a pesar de portar una hermosa corona.
Una de sus dueñas fue la reina Mary I de Inglaterra, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, cuyo esposo Felipe II, se la obsequió.
Al rubí Black Prince que está en la corona británica, le atribuyen muchos asesinatos. Dicen que en realidad no es un rubí, sino una espinela.
¿Amuletos de buena suerte? A pesar de haber vivido el asesinato de su esposo, el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy, Jackie Kennedy-Onassis creía que su collar de tres vueltas y su anillo de kunzita rosado eran de buena suerte.

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