Carlota del siglo XXI

Carlota del siglo XXI

A los 27 años, Carlota vive un gran amor y acaba de experimentar la gran aventura de su vida: ser madre, un hecho que la transformará para siempre

Dotada con la belleza de su madre Carolina de Mónaco y de su abuela materna, la exquisita Grace Kelly, a la mezcla genética también contribuyó el superatractivo Stefano Casiraghi, quien falleció cuando su bote se accidentó el 3 de octubre de 1990. La pequeña Carlota Marie Pomeline Casiraghi contaba 4 años de edad; por ese motivo se crió en el pueblo de Saint Remy-de-Provence, en Francia, donde su madre se refugió para mantenerla a ella y a sus hermanos Andrea y Pierre protegidos de los paparazzi. Desde pequeña dio muestras de que al crecer se convertiría en una mujer preciosa y no defraudó a quienes así lo pensaron. A los 27 años, la cuarta en la línea de sucesión al trono del diminuto principado --más o menos del mismo tamaño que el Parque Central de Nueva York-- en la costa mediterránea es toda una belleza que combina gracia y estilo contemporáneos con elegancia clásica.

Nacida el 3 de agosto de 1986 bajo el signo de Leo, tiene la Luna en Cáncer y a Capricornio como ascendente. El tigre de fuego es su signo en el horóscopo chino. Con estos ingredientes cósmicos en su carta natal podemos concluir que Carlota es simultáneamente apasionada, introvertida, imaginativa, casi siempre discreta, amante de la familia y del hogar. Lleva la realeza como algo natural, hecho que algunos perciben como un toque de altanería. La Luna desempeña un papel principal en su vida, por lo que a veces sueña, en lugar de vivir su propia vida, pero esto también le confiere gran sensibilidad. En contraste con la naturaleza introvertida y fría, la apariencia controlada y flemática que proyecta le permite pensar estrategias acordes con el medio ambiente. Interiormente es cálida y gentil, pero durante la niñez se creó un caparazón protector para mantener intacta su naturaleza. La relación con los animales la ayudó muchísimo.

FOTOGALERÍA: CARLOTA CASIRAGHI, UNA MUJER CONTEMPORÁNEA

De niña, en Francia, comenzó a practicar el hipismo. El amor por los caballos ha sido una constante en su vida y tiene un semental de color castaño llamado Troy. Carlota ha dicho que esos animales le dieron confianza y fuerza para luchar; también le enseñaron la humildad. Con el paso de los años, transformó esa pasión ecuestre en una deslumbrante presencia como una de las mejores jinetes de salto en la esfera internacional. Eso hizo que Frida Giannini, la directora creativa de Gucci, le propusiera que colaborara con la casa, que tiene un fuerte vínculo con el hipismo, pues Guccio Gucci, el fundador, confeccionaba monturas. Giannini logró lo que ninguna otra marca pudo: entre el 2010 y el 2012, Carlota colaboró con Gucci en dos colecciones de ropa de montar exclusivas, de las que la chica ha dicho: “Me encantó montar con la ropa que Frida me diseñó... es la mejor combinación de deporte y estilo”. Entretanto, la diseñadora comentó: “Carlota y su pasión por el salto comunican el espíritu de Gucci de una forma tremendamente elegante”. Entre ambas se entabló un vínculo de amistad que las llevó a la campaña Gucci Forever Now, que concluyó recientemente con un comercial del bolso Bamboo. En una toma la vemos vestida con un conjunto de color marfil, rodeada de tres hermosos Golden Retrievers, y en otra, con un potro recién nacido. En todas expresa su lado maternal dentro un ambiente campestre e idílico, con los animales como parte de su familia extendida. Ese amor por ellos llega hasta su hogar, donde tiene una pareja de Dachshunds: Monster, de color negro, y Lolita, marrón.

Graduada de filosofía de la Sorbona, es una mujer decidida y de carácter fuerte, lo que quedó demostrado cuando rompió con Alex Dellal después de cuatro años de relación, para iniciar su amorosa a finales del 2011 con el actor y humorista francés Gad Elmaleh --15 años mayor que ella, con fama de mujeriego y con un hijo, Noah, de 13 años, fruto de una relación con la actriz Anne Brochet. A pesar de que a su madre no le agradaba esa relación, Carlota se mantuvo firme y ahora disfruta de la fase final del nacimiento de su primer hijo con Gad.

Durante semanas la prensa especuló sobre la inminencia del matrimonio Casiraghi-Elmaleh por el anillo de diamante que Carlota llevaba en el anular izquierdo, hasta que Gad hizo declaraciones en Estados Unidos en las que dijo categóricamente: “No, no estoy comprometido”. Presuntamente, el anillo es un regalo a su pareja y nada más. También podrían estar casados, porque Elmaleh es un maestro en el juego de las palabras. “No estar comprometido” no quiere decir que no esté casado.

Como es costumbre, la casa Grimaldi no hace anuncios sobre los embarazos. Sencillamente, se había observado cómo el vientre de Carlota crecía y crecía más. El cambio en el estilo de ropa, la felicidad reflejada en su rostro, el ir de compras a tiendas para bebés..., pero nada más. Lo cierto es que Carlota no ha dado explicaciones; tener un hijo es algo personal entre los padres de la criatura, un hecho para compartir con la familia y el círculo inmediato de la pareja: c’est tout.

En Mónaco, los Grimaldi parecen muy felices con la llegada del bebé de Carlota. Ella estaba radiante, acompañada por Elmaleh en el Baile de la Rosa. También, cuando participó en la boda de su hermano Andrea con Tatiana Santo Domingo y, más recientemente, cuando estuvo junto a su madre, su tía Estefanía y su hermano Andrea representando oficialmente al principado, mientras los príncipes Alberto y Charlene estaban de viaje oficial en Rusia. Después, durante una cena, apareció muy sonriente del brazo de su tío Alberto.

Si Carlota y Gad ya están casados o si lo harán después, es cuestión de ellos. Los Grimaldi han tenido hijos fuera de matrimonio y se han casado más tarde, por lo que esto no es algo nuevo. Carlota no cree que debe dar explicaciones sobre su vida y sus decisiones privadas, pero sí se siente afortunada de poder tener una “red” que la ayuda a proteger su privacidad.

Entretanto, Carlota continúa la vida según su propio ritmo, entre Mónaco y París, ya que como ha dicho en ocasiones anteriores, necesita la energía citadina y la quietud del campo. En el piso de París que comparte con Elmaleh disfruta del intercambio con un hombre culto y divertido, que está entre los más dinámicos y populares de Francia, políglota y graduado de Ciencias Políticas. Es un compañero intelectual idóneo, quien además trae algo especial que es parte del ADN del clan Grimaldi: showbusiness. A ella le encanta estar en casa, donde la lectura es una de sus actividades preferidas. Frecuentemente lee varios libros a la vez, con inclinación por la poesía de Emily Dickinson y los cuentos de Guy de Maupassant. Ahora, con el nacimiento de su bebé, ese ritmo cambiará y tendrá que adaptarse a una nueva dinámica, pero eso será normal: es lo que ha elegido vivir esta mujer contemporánea.

FOTOGALERÍA: CARLOTA CASIRAGHI, UNA MUJER CONTEMPORÁNEA

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