A lo largo de más de cuatro décadas, el rey Carlos III convirtió el esquí en uno de los pilares de su vida personal. Este deporte no solo formó parte de su rutina invernal, también fue clave en la historia familiar, desde sus viajes con la princesa Diana hasta las postales más memorables junto a los príncipes Guillermo y Harry durante su infancia. sin embargo, este año el monarca reveló que ha tenido que abandonar por completo esta afición, una decisión que muchos relacionan con su estado de salud actual. ¿Es esto el verdadero motivo?
Carlos deja atrás el esquí, un hobby que marcó generaciones
Durante su visita oficial a una fábrica de Middlesbrough, el rey compartió con empleados que “sus días es que ya habían quedado atrás”. Con 77 años y un diagnóstico de cáncer que se hizo público a principios del 2024, El Monarca ha optado por priorizar su bienestar, especialmente tratándose de una actividad que exige gran condición física y representa cierto riesgo de lesiones.
Aunque no mencionó explícitamente su enfermedad como motivo principal, la combinación de su edad, los cuidados médicos actuales y la recomendación de evitar accidentes apuntan a una decisión comprensible.
Una tradición real que vive desde Diana y continúa con William y Kate
El esquí ha sido, durante décadas, una actividad profundamente arraigada en la rutina de los Windsor. Durante su matrimonio con Diana, la pareja viajó incontables veces a Klosters, en los Alpes suizos, donde también llevaron a Guillermo y Harry desde muy pequeños.
Esos viajes quedaron grabados en la memoria colectiva: desde las sesiones fotográficas icónicas hasta momentos tensos con la prensa, como aquel episodio de 1998 en el que Carlos pidió respeto para sus hijos tras la muerte de Diana.
Hoy en día es Guillermo en compañía de Kate, quienes han retomado la tradición junto a George, Charlotte y Louis. La familia es conocida por su gusto por los deportes de invierno y Klosyers sigue siendo uno de sus destinos más especiales. De hecho, fue ahí donde la prensa captó por primera vez pruebas de que su relación iba en serio, cuando en 2006 se dejaron ver más cercanos que nunca.
El riesgo que pudo acelerar la decisión del rey
Los viajes anuales de esquí de Carlos comenzaron a cancelarse desde 2023, cuando ya podía comprometer el histórico evento. Un año después, tras conocerse su diagnóstico de cáncer, resultó evidente que era improbable que retomara el deporte. Aunque solía esquiar con frecuencia y mantenía buena condición, el equilibrio, la fuerza muscular y la exposición al frío son factores que los médicos suelen vigilar especialmente en pacientes en tratamiento.
Si bien Carlos deja atrás esta actividad que amó durante 45 años, la tradición sigue viva en la siguiente generación, pues el futuro heredero al trono continúa disfrutando de este deporte en compañía de su esposa y sus hijos.
El rey Carlos III cierra un capítulo importante en su vida al abandonar definitivamente el esquí, una decisión que combina prudencia, salud y responsabilidad. mientras su familia sigue manteniendo viva la tradición en las pistas europeas, el Monarca se enfoca en su recuperación y en su rol frente a la corona.