El pasado 7 de junio, con motivo de la visita de Estado del presidente de la República Francesa, Emmanuel, la princesa Charlène de Mónaco decidió cambiar radicalmente su actitud, la cual muchas veces suele ser tildada de “fría”. En esta ocasión, la esposa del príncipe soberano Alberto II optó por ser cálida e incluso sacó a relucir su lado más maternal, siendo acompañada en los actos por sus dos hijos mellizos: Jacques y Gabriella.
Charlène incluso se prestó para dar un paseo privado en los jardines del Palacio Princier, al lado de la primera dama francesa Brigitte Macron, en el cual también participaron el príncipe heredero Jacques y la princesa Gabriella, quienes añadieron una presencia relajada y animada a este momento de intercambio. Su apariencia, simple y espontánea, le dio al escenario un tono familiar, que recuerda a las conexiones directas y humanas que unen a Francia y Mónaco de generación en generación.
¿Por qué Charlène de Mónaco cambió su actitud y se volvió mucho más cálida en público?
La actitud distante de Charlène de Mónaco es algo que solía caracterizarla en el pasado, incluso, por ello, la royal llegó a ser apodada “la princesa triste”. Sin embargo, tal parece que la consorte se encuentra dispuesta a cambiar con tal de reforzar sus relaciones diplomáticas.
En la última visita de las autoridades francesas al principado, Charlène se mostró cuidadora, habladora y simpática con Brigitte, tocándola en varias ocasiones con actitud sonriente. Esta actitud afable, según la revista Lecturas, tendría que ver con el hecho de que desde hace años que ningún presidente de Francia visitaba Mónaco.
“En concreto, Macron ha venido a romper la racha de cuatro legislaturas que sus predecesores habían ido sumando sin poner un solo pie en el país vecino y con el que comparten lengua oficial”, señala el medio citado.
Se dice que por esa razón la familia Grimaldi estaba especialmente “ilusionada” con la visita, lo cual llevó a Charlène a redoblar esfuerzos en crear una buena impresión y, de esta manera, afianzar unos lazos que llevaban años debilitándose.
¿Cómo fue la actitud de los príncipes Jacques y Gabriella en el recibimiento del presidente francés?
Definitivamente, el maravilloso cambio de actitud de la princesa Charlène no hubiera brillado de la misma manera sin la participación de Jacques y Gabriella en el acto. Los pequeños, quienes próximamente cumplirán 10 años, demostraron todo el tiempo un carácter familiar y solemne durante la recepción oficial.
Tal y como destacó el Palacio de Mónaco en redes sociales, los niños acompañaron al presidente y a su mujer e, incluso, Gabrielle le hizo un bonito regalo a la primera dama, entregándole un bonito ramo de flores en tonalidades rosas y rojas.