Este viernes, el ducado de Luxemburgo se encuentra celebrando la llegada de su nuevo soberano. En los momentos que siguieron a la abdicación del gran duque Enrique y la proclamación de Guillermo, Estefanía de Luxemburgo mostró un giro estilístico que fue tanto simbólico como elegante.
Después de desfilar con su primer conjunto, un vestido de gala en color azul cielo, la nueva gran duquesa sorprendió con un vestido blanco de escote tipo arco con capa que reafirmó su estatus con un aire moderno sin perder el sello de elegancia real que la caracteriza.
Del azul al blanco impecable
Durante la mañana del acto oficial, Estefanía apostó por un diseño en azul cielo con corpiño bordado por cristales y lentejuelas, mientras que por la parte inferior una falda de tul combinaba con la capa a juego, con la cual lució altamente sofisticada.
Sin embargo, por la adrede durante su paseo por la ciudad como la nueva duquesa, cambió su atuendo real por uno igual de sofisticado pero más impactante: un vestido blanco de escote tipo barco. El modelo contaba con un diseño de mangas tres cuartos, una capa que caía desde los hombros de la prenda y se extendía hasta las pantorrillas, la misma longitud del vestido.
Algunos medios internacionales llegaron a considerar que esta elección de color fue un movimiento simbólico, ya que el blanco suele relacionarse con la pureza, la renovación y el protagonismo, características que se adaptarían a la intención de alguien que acaba de adquirir un papel como duquesa consorte.
Detalles que elevaron el atuendo
Estefanía complementó de forma exquisita su atuendo con pendientes araña diamante, que, de acuerdo con informes reales, comparte con su hermana mayor, Isabelle de Court. La gran duquesa apostó también por una pulsera a juego y apostó por la inclusión de un bolso clutch en color plata que encajó a la perfección con su estética sofisticada, la cual remató con su par de stilettos en color nude.
Una declaración de elegancia y modernidad
Al optar por un cambio de look tan marcado dentro de la misma jornada, Estefanía demostró que entiende a la perfección la presencia visual que su nuevo título reclama. El vestido blanco con capa se posiciona como su carta de presentación al mundo, dejando clara su postura: una royal con estilo sobrio, majestuoso y con un toque contemporáneo.
El vestido blanco con el que Estefanía de Luxemburgo se presentó a la caminata después del ascenso al trono del duque Guillermo no fue un simple cambio de atuendo, fue una declaración de elegancia, presencia y estilo propio, con el que confirmó que su papel como gran duquesa va más allá del título, dando paso así a una royal emblemática.