La historia de la princesa Diana sigue revelando secretos, incluso más de 25 años después de su muerte. Durante la emisión del nuevo capítulo del podcast del Daily Mail, “Reinas, Reyes y Cosas Despreciables”, los biógrafos reales Robert Harmand y Kate Williams han narrado los inicios de la joven Lady Diana Spencer y su ascenso desde la discreta vida en la finca familiar de Sandringham hasta su enlace con el heredero al trono británico. Pero entre las luces, los desfiles y el entusiasmo de la nación por el que sería el evento del siglo, existió una advertencia que nadie quiso escuchar: la de la baronesa Ruth Fermoy, la propia abuela de Diana, quien le pidió que no se casara con el príncipe Carlos.
La advertencia que cambió el destino de la princesa
Según los autores del podcast, la baronesa Ruth Roche, baronesa Fermoy, fue una de las pocas personas que se atrevió a levantar la voz antes de la boda real.
Cercana a la reina madre, a quien sirvió como dama de compañía por más de tres décadas, Fermoy conocía bien el funcionamiento interno de la realeza y comprendía que la unión entre su nieta y el futuro rey no sería el cuento de hadas que todos imaginaban.
Williams relata que la baronesa le dijo a Diana, con total y absoluta franqueza, que “su sentido del humor y su estilo de vida no encajarían con los del príncipe Carlos”.
Aun así, la joven de 19 años estaba rodeada de un entusiasmo imparable: la prensa la adoraba, el pueblo la veía como la nueva cenicienta británica y la familia real la consideraba un soplo de aire fresco.
De la ilusión al presentimiento
En el podcast, los expertos detallan que, durante la visita de Diana a Balmoral, la residencia de verano de la familia real, todos quedaron cautivados por su encanto y naturalidad. “Era alegre, educada y no se intimidaba ante la reina ni ante los protocolos”, explicó Hardman. Sin embargo, tras el compromiso, Diana comenzó a mostrar señales de duda y angustia.
De acuerdo con la historiadora Williams, incluso les dijo a sus hermanas que no deseaba continuar con la boda, a lo que ellas respondieron con la famosa frase “mala suerte, Dutch, tu cara ya está en los paños de cocina”. No puedes volver atrás”. En sus propias palabras, Diana se describió más tarde como “un cordero camino al matadero”.
Una relación familiar rota por la corona
La advertencia de la baronesa Fermoy resultó ser tan certera como dolorosa. Una década después, el matrimonio de Diana y Carlos se desmoronó en medio de la exposición mediática y los rumores de infidelidad. Para entonces, abuela y nieta ya estaban distanciadas: Ruth Fermoy se había alineado con la familia real tras la separación, y en sus últimos meses llegó a calificar a Diana como “difícil y deshonesta”, según la biografía de Penny Junior.
Fermoy murió en 1993, apenas un año después de la separación del matrimonio, sin reconciliarse con su nieta. En una de las últimas conversaciones con la reina Isabel II y el entonces príncipe Carlos, habría reconocido su error: sabía que Diana no sería feliz en el palacio.
Más de cuatro décadas después, la voz de Ruth Fermoy, la abuela de la princesa Diana, suena como una advertencia que anticipó una de las tragedias más recordadas de la monarquía británica.