A toda costa Kate Middleton busca que sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, tengan una infancia feliz. Es por ello que se ha encargado de establecer toda una serie de estrictas reglas en su residencia de Adelaide Cottage, las cuales no solo son aplicables para los niños y el príncipe William, sino también para los empleados que suelen ayudar al mantenimiento de la propiedad.
De acuerdo con el diario británico The Mirror, en un afán por proteger la privacidad de la familia, la princesa de Gales exige a sus empleados “mantener la confidencialidad y ejercer la discreción” en todos los asuntos que tengan que ver con los niños.
“Para proteger la privacidad de la familia, existe una estricta tolerancia cero hacia los chismes”, asegura el medio citado, el cual también afirma que en la casa de los príncipes de Gales también hay estrictas reglas sobre lo que debe vestir el personal cuando está de servicio en la casa de la pareja.
Según Valentine Low, autor del libro “Courtiers: The Hidden Power Behind the Crown”, un empleado le dijo que Kate Middleton y el príncipe William prefieren que sus empleados lleven ropa informal, ya que la vestimenta formal en realidad está mal vista.
“Los niños corren por la oficina, y él [William] no quiere que sea un ambiente sofocante. Si tenemos reuniones importantes o vamos al Palacio de Buckingham , entonces, por supuesto, nos arreglamos”, afirmó la fuente citada.
¿Cómo es la vida de los hijos de Kate Middleton en Adelaide Cottage?
En general, la prensa británica sostiene que los príncipes de Gales procuran que George, Charlotte y Louis tengan la vida “más normal posible”. Para ejemplificar este punto, vale la pena retomar las declaraciones que una fuente cercana dio el año pasado al Daily Mail, en las cuales afirmó que los pequeños príncipes incluso ayudan a las labores del hogar en Adelaide Cottage.
“Creo que a la gente le sorprendería ver lo normal que es todo en casa. Los niños ayudan a poner la mesa, a recoger los platos al terminar de comer y a ordenar. No hay trato preferencial”, afirmó la fuente.
Cabe recordar que la pareja heredera y sus hijos han vivido en Adelaide Cottage desde 2022. Esta propiedad real es relativamente humilde de cuatro habitaciones, sin personal residente, pero la familia tiene un pequeño equipo que viene a echar una mano, incluida su niñera María Teresa Turrion Borrallo, una jardinera y ama de llaves.