La misteriosa muerte del duque de Kent, ¿qué sucedió realmente con el “tío favorito” de la reina Isabel II?

Hermano menor de Jorge VI y uno de los miembros más carismáticos de la familia real británica, el duque de Kent murió en circunstancias que aún generan preguntas luego de 83 años.

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Diversas teorías han rodeado la muerte del duque aún después de 83 años de su partida.

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Antes de convertirse en la monarca más longeva del Reino Unido, Isabel II tuvo una infancia marcada por figuras muy importantes y queridas dentro de su familia. Una de las más cercanas fue su tío, el príncipe Jorge, duque de Kent. Su repentina muerte, ocurrida en plena Segunda Guerra Mundial, no solo sorprendió a la familia Windsor, sino que también abrió un capítulo en la historia como un misterioso suceso que sigue sin tener respuesta.

El duque de Kent: el príncipe encantador

George Edward Alexander Edmund nació en 1902 como el cuarto hijo del rey Jorge V y la reina María. Se distinguió del resto de sus hermanos por su interés en la moda, el arte y la vida social inglesa.

Su carácter y personalidad afectuosa, así como la cercanía que tuvo con la entonces pequeña Lilibet, lo convirtieron en una figura entrañable no solo para quien se convertiría en la reina, sino también para toda la familia real.

Sin embargo, para el momento en que ocurrió el accidente, su vida personal no tenía una buena reputación; se decía que el príncipe sufrió de una fuerte adicción a la cocaína y la morfina durante su época de juventud, y relucían los rumores de posibles encuentros pasionales con mujeres y hombres que amenazaban con dañar la imagen de la corona en este tiempo.

El accidente que conmocionó a la Corona

Las tierras altas de Escocia fueron el escenario que le arrancaría la vida, un suceso que no marcó únicamente una pérdida familiar importante para la corona británica, sino que también levantó infinidad de sospechas y teorías que hasta la fecha indagan y cuestionan la versión oficial de lo ocurrido: un error humano advenido de una situación climática que provocaría el accidente.

Después de 30 minutos de haber despegado, el avión en el que viajaba, un Short Sunderland W4026, que tenía la misión de inspeccionar bases militares y viajaba con 15 personas, se estrelló contra Eagle’s Rock, una montaña cerca de Dunbeath, a causa de una niebla densa.

Prince George, Duke of Kent, c1936.

Principe George, duque de Kent, cerca de 1936.

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Debido a que la tripulación viajaba con 2.400 galones de combustible, el impacto fue mortal, acabando con la vida de 14 de las personas a bordo y teniendo un único sobreviviente: el sargento de vuelo Andy Jack.

El enigma tras su muerte

De acuerdo con los reportes oficiales, el accidente se atribuyó a un error del piloto que, sumado al mal tiempo, llevaría a los pasajeros a un terrible destino. Sin embargo, nueva información ha salido a la luz dejando al descubierto irregularidades como que el compás del avión no estaba configurado correctamente, la investigación fue dirigida por oficiales inadecuados o la falta de registro de un tripulante, que han dado pie al surgimiento de teorías conspirativas sobre lo que realmente habría sucedido.

Algunos especulan que la identidad de este pasajero “extra” podría haber sido la compañera del duque, pues luego del accidente fue hallada ropa de mujer, zapatos y un fuerte olor a perfume femenino en la zona cercana al accidente.

Arthur Baker, un integrante del grupo de rescate, habría afirmado el hallazgo de los restos de una mujer, pero se le ordenó guardar silencio sobre la situación.

Otros teorizan que el misterioso pasajero se trataba de Rudolf Hess, el político nazi cuya presencia pretendía llegar a alguna negociación; algunas ideas más infieren que el duque habría sido eliminado por órdenes de la inteligencia británica por su supuesta simpatía con el movimiento nazi.

Otros teorizan que el duque era quien piloteaba el avión en un estado inconveniente o que el avión fue derribado por las fuerzas británicas o un avión alemán.

Además de la velocidad con la que se limpió la escena, así como el retraso del informe de su descenso, alimentan más las sospechas de que algo misterioso fue lo que en verdad ocurrió.

El duque de Kent dejó una huella imborrable en la familia Windsor y en la vida de Isabel II. Su temprana muerte impactó a la familia real británica; sin embargo, aquello que sigue despertando la curiosidad del pueblo y de algunos curiosos más es saber qué fue lo que realmente ocurrió aquella noche del 25 de agosto de 1942.

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