La heredera al trono de los Países Bajos, la princesa Amalia de Holanda, está celebrando su cumpleaños número 22, en medio de elogios por su preparación como futura reina y su estilismo heredado de la reina Máxima de Holanda.
Sin embargo, más allá de las tiaras y los vestidos elegantes, Amalia ha enfrentado situaciones adversas que han puesto en riesgo su vida y seguridad, lo que la llevaron a vivir bajo la protección de la corona española.
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El intento de secuestro de Amalia de Holanda
Un año después de haber comenzado su educación universitaria en Política, Psicología, Derecho y Economías en la Universidad de Ámsterdam, una de las organizaciones de narcotraficantes más peligrosa de los Países Bajos, la Mocro Maffia, puso en la mira a la princesa heredera.
Amelia tenía tan solo 19 años cuando su familia recibió la alerta de un posible intento de secuestro a través de amenazas, cambiando por completo la tranquila vida de la princesa que tuvo que poner su vida en resguardo.
Amelia tuvo que abandonar su vida universitaria para refugiarse en el Palacio Huis ten Bosch, en La Haya, donde se implementaron nuevas medidas de protección bajo estricta vigilancia y libertad restringida.
La protección del rey Felipe VI a Amalia de Holanda
Con las constantes amenazas, la familia real tuvo que buscar otras alternativas para la seguridad de la princesa heredera, fue así como sus padres, Guillermo y Máxima de Holanda, decidieron pedir la ayuda del rey Felipe VI, padrino de Amalia.
Flipe VI ayudó para que Amalia se instalará en Madrid, en un entorno completamente discreto y seguro para que pudiera continuar con una vida más o menos normal, Amelia continuó sus estudios universitarios como parte de un programa de intercambio en el IE University de Madrid.
Para Amalia, que domina a la perfección el español, por ser la lengua materna de su madre, no tuvo mayores problemas para adaptarse a su vida en España, pero alejada de sus amigos y familiares, quienes desconocían su paradero por su propia seguridad.
Tiempo después, y ya de regreso a los Países Bajos, Amalia quiso devolver el gesto a Felipe y Letizia, y ordenó plantar una flor en la emblemática Plaza de Oriente como muestra de agradecimiento.
Por otra parte, Guillermo y Máxima hicieron un agradecimiento público a los reyes de España, durante una visita de Estado de la reina Letizia y el rey Felipe VI a los Países Bajos en abril de 2024.