La nueva generación de royals europeos ha demostrado que los títulos nobiliarios ya no son una barrera para explorar caminos profesionales fuera de los palacios. Y uno de los mejores ejemplos es Nicolás de Dinamarca, quien desde hace tiempo se abrió paso en el modelaje como un auténtico favorito de casas como Burberry y Dior. Sin embargo, el joven aristócrata vuelve a sorprender y esta vez porque se estrena en el cine con un papel en la película sueca “Doktor Glass”, lo que abre la duda inevitable: ¿estamos ante el inicio de una nueva etapa que podría desplazar su faceta como modelo?
De príncipe a conde… y a modelo de pasarela
La popularidad de Nicolás no surgió únicamente de su título real. Aunque dejó de ostentar el rango de príncipe en 2022, tras la decisión de la reina Margarita II de reducir la lista oficial de miembros de la realeza, su presencia pública continuó creciendo gracias a la moda.
Desde su debut en 2018, cuando decidió abandonar la formación militar, Nicolás sorprendió desfilando para Burberry en Londres. Su lugar aristocrático y su porte lo llevaron rápidamente a París y Tokio para trabajar con Dior, convirtiéndolo en uno de los pocos royals en formar parte del backstage como modelo. Su perfil elegante y natural ante la cámara lo consolidó como uno de los jóvenes aristócratas europeos más solicitados por la industria fashion. Sin embargo, su curiosidad profesional y su deseo de explorar nuevos ámbitos parecían apuntar a que su historia no terminaría ahí.
Su inesperado salto al cine
La nueva etapa de Nicolás comenzó cuando aceptó participar en la adaptación cinematográfica de “Doktor Glass”, una novela sueca publicada en 1905 y considerada un clásico de la literatura escandinava. En esta versión, que se estrenará el 6 de marzo de 2026 en Suecia, interpretará al hermanastro danés del personaje Patrick Gregorius.
En una entrevista exclusiva con Vogue Scandinavia, el conde explicó que siempre sintió interés por la actuación, pero que no había encontrado el momento adecuado para incursionar en ella hasta ahora. El rodaje incluso lo llevó a mudarse temporalmente a Estocolmo, dejando atrás Australia, donde vive con su novia Benedikte Thoustrup.
Aunque su experiencia frente a la cámara como modelo lo ayudó a sentirse cómodo en el set, Nicolás reconoció que actuar es un desafío completamente distinto: “Cuando modelo, soy muy estático. En el cine debo ser consciente de mis expresiones, mis manos, mis gestos”. Este proceso le ha permitido descubrir nuevas capacidades y conectar con su creatividad de otra forma, admitió.
¿Adiós a las pasarelas? Sus planes para el futuro
A pesar de la emoción por su debut cinematográfico, Nicolás no ha confirmado si esta incursión marcará el inicio de una carrera actoral. “Necesito ver el resultado final antes de decidir algo sobre mi futuro”, mencionó, así como afirmó que su enfoque actual es disfrutar de la experiencia y evaluar hacia dónde lo lleva.
En este momento, Nicolás está en un punto de equilibrio: no abandona el modelaje, pero tampoco descarta cambiar de rumbo si la actuación termina por conquistarlo por completo.
Nicolás de Dinamarca, conde de Monpezat, es el ejemplo de que la vida está llena de giros inesperados. Tras triunfar en el mundo de la moda y adaptarse a la pérdida de su título de príncipe, ahora pisa terreno completamente nuevo con su debut en “Doktor Glass”.
Si el cine se convertirá en su próximo gran proyecto o será solo una experiencia más en su catálogo de talentos, todavía está por verse. Lo que es seguro es que su versatilidad lo mantiene como uno de los jóvenes aristócratas más interesantes de Europa.