Mafalda de Saboya, la princesa italiana que murió en un campo de concentración

Quizá los inicios de Mafalda de Saboya comenzaron de manera desdichada, pues desde que nació sus papás esperaban un hijo varón y no se alegraron con la noticia de que llegara una niña. Pero esto es solo el inicio de una desdichada vida para la princesa italiana.

Quién fue Mafalda de Saboya, la princesa italiana

Nació un 19 de noviembre de 1902 en Roma (cuando era reino de Italia); sus padres fueron Elena Montenegro y Victor Manuel III de Italia (rey de Italia entre 1900 y 1946 y quien posibilitó el ascendo de Mussolini). Su hermana mayor fue Yolanda de Saboya, y los menores Humberto II (último rey de Italia), Juana y María Franciscana.

mafalda de saboya
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A los 21 años conoció a su esposo, el príncipe Felipe de Hesse-Kassel (sobrino del Káiser Guillermo II de Alemania). Se casaron en 1925 y tuvieron cuatro hijos, Mauricio, Enrique, Otón e Isabel.

Desde que Mafalda conoció a Felipe, éste había sido fascista, y a inicios de los 30 mostró gran admiración por Mussolini y tenía ideas de que se podía establecer un régimen fascista en alemania como el del italiano.

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Mafalda no comulgaba con sus ideas y no quería abandonar Italia para irse a Alemania, pero no tuvo otra opción: lo nombraron gobernador de la provincia de Hesse-Nassau y se trasladaron.

El golpe de Hitler a los Saboya y cómo murió trágicamente la princesa italiana Mafalda

Con el avance de los aliados sobre la Italia fascista, Victor Manuel III sustituyó (y encarceló) a Mussolini y declaró un armisticio. Hitler lo tomó como traición y así surgió la ‘Operación Abeba’ para terminar con la familia Saboya.

Mafalda se sentía “segura” al estar casada con un alemán y miembro del partido, pero Hitler estaba enfurecido con él por no haberle “informado” de la supuestra traición de Victor Manuel III.

Así que en 1943 Mafalda llegó al Vaticano para refugiarse y aislarse con sus hijos, mientras el resto de su familia había huido al sur. Lamentablemente fue detenida en Roma y la engañaron diciendo que se reencontraría con su esposo en Berlín, pero esto nunca sucedió porque Felipe de Hesse ya estaba en prisión y lo llevaron al campo de concentración de Flossenburg.

Llevaron a Mafalda al campo de concentración de Buchenwald y le pusieron el falso nombre de Frau von Weber. Permaneció encerrada hasta que en 1944 el campo fue bombardeado y, aunque se refugió en una trinchera, resultó herida de gravedad.

Se retrasó (prácticamente a propósito) la urgente amputación de un brazo, causante de su muerte a los 41 años. La enterraron en la ciudad de Weimar y ocho meses después, sus padres —exiliados en Egipto— supieron a través de las noticias que había fallecido.

Marlene Koeing, experta en realeza, citó al historiador Jonathan Petropoulus: “nadie duda de que el propio Hitler fue quien dio las órdenes relativas a Mafalda; la princesa experimentó la furia del dictador a nivel personal”.

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