El legado de la princesa Diana va más allá de su persona, su sentido de la humanidad, su figura real o su presencia en la moda. La joyería también fue un elemento importante en su sello y, antes de morir, dejó claro que deseaba que William y Harry heredaran sus piezas más especiales. Hoy en día, algunas de ellas han encontrado una vida nueva en manos de las esposas de los príncipes, Kate Middleton y Meghan Markle; otras permanecen como préstamos de la familia real o en manos de los Spencer.
Kate Middleton: la guardiana del zafiro azul
Si hay una joya que defina y simbolice a la princesa Diana, es su anillo de compromiso: una pieza oval de zafiro de 12 quilates, decorado alrededor por pequeños diamantes. Esta joya fue entregada por William en 2010 como símbolo de compromiso.
Kate también ha portado los pendientes Collinwood Pearl Drops, que en 1981 se le dieron a Diana como regalo de bodas. Sin embargo, no han sido los únicos pendientes que Kate ha usado de su suegra, pues también se le ha visto llevar los aretes en forma de gota que pertenecían al conjunto saudí de la princesa Diana, y los pendientes con perlas del Mar del Sur, cuyo modelo original fue adaptado sustituyendo las perlas originales por unas más pequeñas para que Kate luciera una versión más moderna de ellos.
Una de las joyas favoritas de Diana, la tiara Lover’s Knot, pertenece al joyero de la Corona, así que Kate la usa como préstamo en eventos reales específicos.
Meghan Markle: recuerdos con un valor sentimental
Cuando Meghan se incorporó a la familia real, Harry quiso que ella también tuviera una parte del legado de su madre, como lo había hecho su cuñada al recibir el anillo de zafiro. Por ello, el día de su boda con la actriz estadounidense, el príncipe Harry le regaló el anillo de aguamarina de Asprey.
También, Meghan ha sido vista portando unos pendientes mariposa de oro y diamantes, un brazalete de oro y un reloj Cartier Tank Française que su suegra popularizó en la década de los 90 luego de su divorcio con el entonces príncipe Carlos.
Préstamos reales y joyas de los Spencer
No todas las joyas que asociamos o vimos en Diana son piezas que pasaron a manos de sus hijos. Muchas de ellas pertenecen a la familia real o a la familia Spencer, como la icónica tiara Spencer que llevó el día de su boda y la cual permanece aún en manos de los Spencer y es resguardada por ellos, razón por la cual no hemos podido verla ni en la princesa de Gales ni en la duquesa de Sussex.
Por su parte, otra joya que Diana volvió icónica, pero que no le pertenecía a ella, sino a la Casa Real, es el choker de esmeraldas de la reina María, el cual forma parte de su histórica colección y, al igual que la tiara Spencer, son joyas que pueden prestarse, mas no heredarse.
Más allá del brillo o el lujo que representen estas piezas, cada joya de la princesa Diana tiene un valor emocional: son la forma en la que Diana sigue presente en la vida de sus hijos, en el recuerdo de la corona y en el corazón de muchas de nosotras que recordamos con cariño cada joya por haber sido llevada por ella. Diana.