El ser humano detrás de la Corona

El ser humano detrás de la Corona

Más sobre los 60 años de reinado de Isabell II

Jun. 14, 2011

Si bien Elizabeth Alexandra Mary no nació -el 21 de abril de 1926, a las 2:40 a.m.- para reinar, desde los 11 años supo que ese sería su destino, cuando su padre ascendió al trono del Reino Unido en 1937 como Jorge VI. Ella lo asumió con total responsabilidad, a pesar de que en ocasiones las exigencias de la Corona le tienen que haber resultado muy pesadas, como cuando rehusó aprobar el matrimonio de su hermana, la princesa Margarita, con el capitán Peter Townsend. Isabel se estrenó en sus deberes públicos a los 14 años de edad, cuando se dirigió “a los niños de Gran Bretaña y del Commonwealth” con motivo de la Guerra.

Durante las seis décadas desde que asumió la Corona en 1952, Isabel II ha fungido como hija, esposa, madre y abuela. Tras enfrentar la muerte de su padre en 1952, no solo ha lidiado con grandes pérdidas, sino con procesos impensados en la manera como la Monarquía se relaciona con el mundo y en las transformaciones que ha vivido, tanto en cuestiones públicas como en aquellas relacionadas directamente con la familia real. Las separaciones y divorcios de su hermana e hijos; el manejo público de las crisis entre el príncipe Carlos y Diana, la trágica muerte de esta dejando a sus nietos William y Harry huérfanos de madre a una temprana edad y, finalmente, el matrimonio de Carlos con Camilla Parker-Bowles. En todo momento se ha comportado públicamente con la dignidad propia de su rango. Quizás por ese motivo comunica una imagen distante, que algunos califican de “enigmática”.

RETRATOS DE ISABEL II

Con motivo de la celebración de las seis décadas de su reinado, Paul Moorhouse, comisario de fotografías del siglo XX para la National Portrait Gallery, de Londres, concibió la exposición titulada La reina: arte e imagen. Contrario a lo acostumbrado en esa institución museística, en lugar de comenzar en Londres, la muestra se inaugurará en el National Gallery Complex, de Edimburgo, el 25 de junio, y podrá verse hasta el 18 de septiembre. Luego se exhibirá en los National Museums, en el norte de Irlanda, entre el 14 de octubre y el 15 de enero de 2012; de allí viajará al National Museum, en Cardiff, entre el 4 de febrero y el 29 de abril de 2012. Finalmente, entre el 17 de mayo y el 21 de octubre de 2012, podrá visitarse en la capital inglesa.

Una de las metas de la exposición es brindar una imagen más completa del ser humano detrás de la Corona y ponerlo en el contexto de la realidad. Con ese fin quedarán colgados tanto retratos oficiales de la reina, junto a fotografías y filmes de archivo -en uno que data de 1969 aparecen la reina, el príncipe Felipe y dos de sus hijos: el príncipe Carlos y la princesa Ana, sentados alrededor de la mesa en el castillo de Windsor, haciendo un cuento acerca de la reina madre- como sellos que muestran el rostro de la soberana en diferentes épocas de su vida. Se podrá ver desde la fotografía coloreada a mano que Dorothy Wilding le hizo en 1952 hasta la que le tomó Annie Leibovitz recientemente. Están los retratos que le inspiró a diferentes artistas, entre ellos Andy Warhol, Gerhard Richter y Lucian Freud; y también la pintura de Justin Mortimer, donde la cabeza de la reina parece flotar sobre el fondo amarillo, separada del cuerpo vestido de verde.

DE LO USUAL A LO NOVEDOSO

En la variedad que nos ofrecen las 60 imágenes se puede apreciar el gran acceso que Cecil Beaton tuvo a la familia real. La vemos cuando era una jovencísima mujer que se ganaba los corazones no solo de sus súbditos, sino de sir Winston Churchill, y en otra foto mucho más íntima, como un hermoso retrato de Isabel II en 1960 con el príncipe Andrés entre sus brazos. También hay una muy seria en la abadía de Westminster, durante su coronación, pero está la foto que Patrick Lichfield le hizo en 1971, donde la reina Isabel II aparece riéndose apoyada en una de las barandas del Britannia. Y en Levedad del ser, de Chris Levine, la soberana se ve con los ojos cerrados. Está el majestuoso retrato que le pintó Pietro Annigoni en 1969, del cual el artista comentó: “No la quise pintar como una estrella de cine; la vi como una monarca, sola con los problemas de su responsabilidad”.

CALMA Y CONTROL

Posiblemente uno de los aspectos más difíciles de controlar en una posición como la de Isabel II es la soledad en la ejecución de la responsabilidad; aunque busque asesoramiento, las decisiones finales son suyas. Sin duda, el desempeño del deber durante 60 años deja huellas; esto se nota al ver desaparecer la frescura que caracterizaba a la joven reina hasta la década de 1970. Fue entonces cuando comenzó a perder cierta alegría de vivir, que observamos cuando estaba en compañía de sus seres queridos, para progresivamente ponerse algo similar a una coraza protectora. A la vez, es importante tomar en consideración el tiempo y su desgaste natural en cuanto a la lozanía de su físico: algo inevitable si pensamos que es un proceso orgánico natural, que no toma en cuenta la posición que tengamos.

BAJO UN ASPECTO IMPERTURBABLE

A pesar del desgaste, es asombrosa la energía que esta octogenaria reina despliega bajo la apariencia de calma que la caracteriza. Toda su vida está diseñada cuidadosamente, desde la agenda que rige el día a día hasta la mantequilla que se unta a cada rebanada de pan para preparar los sándwiches de pepino (cohombro), típicos a la hora de tomar el té. También es esencial extraerle el agua a los pepinos para que no empapen el pan de los 20.000 sándwiches que se sirven ?además de otras golosinas? en cada uno de los tres garden parties que la reina ofrece anualmente para 8.000 invitados en cada fiesta: tradición que data de la reina Victoria. No hablemos de los detalles cronometrados por segundos de un banquete de Estado. Porque cada paso de cada evento refleja la relación de la Corona inglesa con el mundo. Y todo lo hace sin perder jamás en público su apariencia imperturbable, que es otro hilo conductor en esta exposición: reflejo de su larga vida y reinado. En Isabel II la exclamación Long Live the Queen (Larga vida a la reina) es una realidad.

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